Si cogemos los primeros juegos de PS3 y Xbox 360 y los comparamos con los de finales de la generación, en el acto salta a la vista que existe un abismo brutal en términos de calidad visual. Y si además nos fijamos en las especificaciones técnicas de ambas consolas, las cuales nos parecen totalmente ridículas hoy en día, no podemos más que alabar el empeño de los desarrolladores por exprimir todo su potencial dando lugar a títulos que hace apenas ocho o nueve años hubieran sido inimaginables fuera de los PC más potentes.
¿Qué queremos decir con esto? Pues que aunque PS4 y Xbox One puedan parecernos un tanto limitadas en términos de hardware, acaban de comenzar a andar y tienen ante sí la posibilidad de cumplir con un futuro prometedor, por mucho que siempre ronde sobre sus cabezas el término ‘obsolescencia programada’.
Es la tesis que defiende John Hable, uno de los antiguos responsables de Naughty Dog y ahora fundador de Filmic Worlds en sus últimas declaraciones al portal GamingBolt.
“No me preocupa que estas consolas queden obsoletas. Recordad que PS3 y Xbox 360 tenían 512 MB de RAM, pero las mismas versiones de sus juegos en PC requerían 2 GB o más. En consola tienes más control sobre a dónde van tus exigencias de memoria. Los 8 GB de RAM tanto de PS4 como de Xbox One deberían ser suficientes para lo que queda de generación”.
Hay que recordar que a nivel estrictamente de números PS4 parece salir algo mejor parada que la de Microsoft, contando con memoria RAM GDDR5 a 5.500 Mhz, mientras que Xbox One cuenta con memoria GDDR3 a 2133 Mhz. En cualquier caso, ¿serán ambas capaces de aguantar el tirón a sabiendas de que la tecnología cada vez avanza más deprisa?