Hay doblajes que resultan sencillamente antológicos, como por ejemplo el del Metal Gear Solid de la Playstation original, con el genial Alfonso Vallés dando su profunda voz a un Solid Snake que en opinión de muchos jugadores no ha vuelto nunca a sonar igual de bien.
Sin embargo el hecho de que un videojuego nos llegue doblado al castellano o no parece ser cada vez más una cuestión de mera voluntad, ganas o desgana por parte de su editora responsable, ya que pocos entendemos cómo es posible que Konami no continuara con esa línea con un Metal Gear Solid 2 y posteriores que nos han llegado en un perfecto inglés, más aún si tenemos en cuenta que las ventas de estos juegos han ido in crescendo y con ellas supuestamente sus beneficios.
Pero el problema es aún mayor cuando nos encontramos con juegos que ni siquiera cuentan con tristes subtítulos, lo que degenera en que muchos jugadores no se atrevan ni a probarlos, más aún si son títulos con largas líneas de diálogos como aventuras gráficas o RPGs. Y sí, puede que la culpa sea nuestra por no dar un palo al agua en clase de inglés, pero ese es otro tema.
De hecho no son pocos los usuarios cansados de no entender ni ‘jota’, cansados incluso de realizar varias peticiones online para que determinado juego nos llegue doblado al castellano sin éxito alguno. Y a bien de zanjar el tema de una vez por todas Fernando Núñez parece haber dado con la solución definitiva: obligar a las editoras a traducir todos sus juegos.
“En países como Francia y Alemania ya hay leyes que obligan a las editoras a traducir al francés y alemán si quieren vender en sus respectivas naciones. Ni exigimos ni pedimos doblaje. Solicitamos que al menos se realicen subtítulos para que de esta forma pueda entender el contenido todo el público”.
Además Núñez afirma que se alentaría al aprendizaje de otros idiomas, algo que podría ser bastante cierto. ¿Después de todo, quién no ha aprendido lo poco o nada que sabe de inglés jugando a videojuegos con subtítulos? Lo dicho, más barato y divertido que una academia.
Esta petición va dirigida al Gobierno, y para que se lleve a cabo se necesitan 90 firmas de las cuales apenas llevan 12. Si te gusta la idea, firma aquí.