Por mucho que el mercado indie esté en auge gracias a plataformas como Steam y la importancia que le están dando desde compañías como Sony, lo cierto es que dar el salto desde una gran editora no suele ser una misión sencilla, aunque es un paso que están siguiendo no pocos desarrolladores de renombre últimamente como Peter Molyneux, Cliff Bleszinski y Ken Levine.
El último en sumarse a estas filas es Patrice Desilets, conocido en el mundillo por ser el padre de Assassin’s Creed, la franquicia de aventuras que se ha convertido en la gallina de los huevos de oro de Ubisoft gracias a un modelo de comercialización anual muy criticado por un gran número de jugadores.
Desilets abandonó Ubisoft en 2010 para tratar desarrollar un enigmático 1666 con la ayuda de la desaparecida editora THQ, pero cuando esta cayó en bancarrota los galos compraron el equipo de Desilets y la propia licencia de 1666, por lo que al creativo no le quedó otra que volver a Ubi. Finalmente en mayo de 2013 fue despedido según él sin causa justificada iniciando una guerra con la editora para recuperar los derechos sobre 1666, juego cancelado por Ubisoft.
Con este currículo no nos extraña que Desilets haya decidido dar el paso de lanzarse a la vía independiente con la fundación de Panache Digital Games, estudio ubicado en la ciudad canadiense de Montreal, y aunque promete ofrecer más detalles sobre su próximo proyecto pronto, resulta harto improbable que consiga recuperar un 1666 que para él le han robado de forma descarada.