Ubisoft reafirma que Far Cry Primal no es un mero “skin”

A medida que se acerca la fecha de lanzamiento de Far Cry Primal, la nueva entrega spin-off de la saga de Ubisoft, cada vez son más aficionados los que se dejan llevar por el hype, pero muchos más los que cuestionan la calidad del juego, imaginando que será un Far Cry más con un par de cambios estéticos.

Aunque ya lo han dicho muchas veces, Ubisoft ha querido dejar claro que no hay nada más lejos de la realidad. El guionista del juego, Kevin Shortt, ha hablado con el portal IGN, y les ha asegurado que Far Cry Primal no es un mero skin. “Es un juego completo, y si alguien tiene dudas sobre ello se le borrarán en cuanto pase algo de tiempo con el título. Rápidamente se dará cuenta de que es algo grande. Este es nuestro nuevo Far Cry” comenta.

Por otro lado, Shortt también ha explicado que para conseguir la ambientación perfecta han tenido que investigar muchísimo sobre el periodo prehistórico. “Hemos tenido que decidirnos por un período, que acabaría siendo el de 10.000 años antes de Cristo porque nos pareció el más interesante. Se trata del mesolítico, y lo escogimos porque es cuando las tribus humanas, que hasta entonces eran nómadas, comenzaron a asentarse y a establecer sus primeros poblados. Como resultado de ello empezaron más guerras y más conflictos, y es que al ubicarse en las mismas regiones comenzaron las luchas por los recursos” explica.

Es precisamente para preservar la veracidad histórica por lo que no han incluido elementos más espectaculares, como dinosaurios. “Sí, el periodo elegido es prehistórico, pero es un periodo de la edad de piedra que queríamos representar. Y dinosaurios, históricamente, vivieron millones de años antes, humanos y dinosaurios nunca convivieron juntos, así que decidimos permanecer fieles a eso. ¿Hubiera sido divertido? Seguro. Para nosotros, no. Queríamos representar la edad de piedra, queríamos ser tan verídicos como pudiéramos”.

Far Cry Primal saldrá a la venta para PS4, Xbox One el 23 de febrero y en PC el próximo 1 de marzo de 2016.