La decisión de las autoridades del barrio egipcio de Giza de detener la construcción de una nueva iglesia cristiana después de que cientos de coptos se congregaran tres días en la misma para pedir que continúen con las labores, ha desatado disturbios entre la policía y los cristianos, dejando el saldo de 156 detenidos y 35 heridos, de los cuales 15 son policías.
La situación se convirtió en trágica, al morir un cristiano copto, Mitrios Gad de 19 años, involucrado en la protesta. Unos 2.000 coptos intentaron irrumpir en la sede del gobierno local, en tanto que otros atacaron a la policía y vehículos de seguridad, según funcionarios de seguridad.
El fiscal general de Egipto dio la orden de ejecutar la detención de 156 protestantes por el lapso de 15 días al ser acusados el provocar el motín, sin embargo, no especificó si les aplicaran alguna sanción legal.
Las autoridades alegaron que se prohibieron los trabajos porque la autorización era para un centro de servicios y no para una iglesia. Debido a estas posiciones adoptadas por el Gobierno, la protesta de convirtió en una denuncia de discriminación.
En Egipto, los cristianos conforman el 10% en un país de 80 millones de habitantes donde prepondera el Islam, y las quejas por exclusión son frecuentes. La construcción de nuevos templos genera a menudo tensiones porque los coptos consideran que no tienen la misma libertad para levantar lugares de culto que los musulmanes. Un informe del Gobierno publicado el año pasado señala que Egipto tiene 2.000 iglesias y más de 93.000 mezquitas.