Al menos 22 personas murieron y otras 30 resultaron heridas, en el norte de Irak, por la explosión de un coche con bomba en el exterior de un complejo residencial, informaron fuentes policiales y hospitalarias locales.
El terrorista, que conducía una furgoneta, detonó los explosivos que transportaba cuando la Policía y miembros de una fuerza de voluntarios le impidieron traspasar la entrada del complejo -propiedad de la compañía estatal North Oil-, situado en Beiji, a unos 250 kilómetros al norte de Bagdad, indicó un agente de Policía. La misma fuente señaló que la explosión causó daños en algunos de los edificios residenciales.
La mayoría de los fallecidos son civiles y entre ellos había al menos tres niños, precisó el agente, aunque también murieron guardias de seguridad de la compañía, así como miembros de la fuerza voluntaria. Un miembro del principal hospital de la localidad, que habló con la condición de anonimato al igual que el policía, ofreció los mismos datos sobre fallecidos y heridos.
Hasta que se conozcan más detalles sobre las circunstancias del atentado suicida, las autoridades impusieron el toque de queda en Beiji.