El número de muertos por las lluvias torrenciales caídas en los últimos ocho días sobre el estado de Río de Janeiro, en el sureste de Brasil, ha ascendido a 741, mientras que más de 200 personas continúan desaparecidas, según el balance divulgado por la Secretaría de Estado de Salud y Defensa Civil.
Por ciudades, Nova Friburgo es la más afectada con 357 muertos, seguida de Teresópolis con 302, Petrópolis con 63 y Sumidouro con 19. Mientras, la cifra de desaparecidos ronda los 200, aunque se sospecha que podría haber más porque solamente estas tres últimas ciudades cuentan con un registro actualizado.
De forma paralela crece también el dato de las personas que han tenido que abandonar sus viviendas, que se sitúa en 20.883. En Nova Friburgo hay 5.190, en Teresópolis 5.000, en Areal 3.700, en Petrópolis 3.029, en San José del Valle de Rio Preto 2.064 y 1.900 en Bom Jardim.
Estas evacuaciones han dibujado un nuevo paisaje en la región serrana de Río de Janeiro, donde muchas zonas están totalmente abandonadas, ya que sus vecinos se han trasladado a áreas más seguras ante el riesgo de que se produzcan nuevos desprendimientos, según informa el diario O Globo.
Así, el temporal ha transformado también el aspecto geográfico de la serranía. “Los arroyos se han convertido en ríos profundos y anchos. Es como si las ciudades hubieran sido completamente refundadas”, dijo Ícaro Moreno, presidente de EMOP, una compañía de obras públicas del gobierno.