La derrota en Merkatondoa fue el punto de inflexión para que la Unión Deportiva Logroñés cambiara su manera actuar sobre el campo. Desde entonces, en casa sólo se han sumado 2 puntos en 3 partidos, mientras que a domicilio se han logrado 2 victorias, ambas con idéntico resultado, 0-1, y con varios aspectos en común: solidez defensiva, abuso del juego directo y eficacia ofensiva. La frescura, dónde queda, del comienzo liguero ha pasado a un tercer plano o cuarto plano. La vistosidad ha cedido su terreno por la practicidad y las pocas ocasiones en ataque. Al menos como visitante. Porque en Las Gaunas es evidente que el bache está ahí.
Ahora toca visitar El Plantío (domingo, 17.00 horas) donde el Burgos espera ansioso. Un equipo al que tampoco le salen las cuentas, aunque parece que en las 3 últimas jornadas ha espabilado, suficiente para asomar la cabeza y encadenar 270 minutos sin perder. Pese a ello, el Burgos es decimotercero con 17 puntos, lejos de dónde le gustaía estar. Por su parte, la UDL es tercera con 25 puntos, seguramente a más distancia de la que quisiera del líder Racing de Ferrol (33). Pero esto es lo que es.
Sin obsesionarse
Se podía entender que ejercer de visitante podía ser un alivio para los blanqurirrojos, algo que desmiente Carlos Pouso: “No es un alivio jugar fuera. Nuestra obligación es mejorar en casa y fuera, conseguir el máximo”. Indica que todos los equipos tienen problemas como locales y que no hay que obsesionarese porque “al final sacas más puntos en casa que fuera, tanto el que asciende como el que desciende”.
Sobre el Burgos, el técnico vasco comenta que “se quedó con dos o tres jugadores de la temporada pasada”, por lo que que “es completamente nuevo: dos porteros -Toni está sancionado- de mucha experiencia en la categoría, laterales de nivel, centrales fuertes y expeditivos, un centro del campo muy poderoso físicamente -Prosi está sancioando- y con calidad, bandas rápidas y profundas, y arriba hombres de área decisivos”. En resumen, “una buena plantilla con un buen entrenador que de momento no ha cosechado los resultados que esperaba, pero tampoco nosotros. Todos queremos más”.
Para este domingo será clave la mentalidad: “Somos conscientes de la responsabilidad que tenemos, de la ilusión que hemos generado y que debemos de mantener”. Por eso apela a la unión y al ambiente de la plantilla: “El vestuario, dentro de su juventud, está madurando rápido. Es un vestuario joven que tiene sus virtudes”, cierto que “tiene menos experiencia a la hora de solventar esos problemas”, cuando viene una mala racha, pero “me toca más trabajo a mí”.
Once con pocas novedades
El UD Logroñés no podrá contar ni con Edu Payá ni Santelices, lesionados, ni con Borja, sancionado por acumulación de amarillas. La ausencia del central cántabro -hasta la fecha lo había jugado todo en liga- condicionará el once que presente Pouso. Por lógica, Julio Rico y Adrián Léon serán los centrales, mientras que Miguel Santos y Reguilón o Paredes -en función de cuando considere que toca darle descanso, si el domingo, para jugar en Copa o al revés- serán los laterales, aunque el madrileño podría ser un sorprendente central.
Jacobo pondrá el equilibrio, mientras que Chevi y Muneta podrían volver a actuar juntos. En los extremos puede haber novedades, tipo Joel Valencia, o dejar a los mismos del pasado domingo. Mientras que arriba, veremos si la apuesta es la de Per Milla como referente o la de Carlos Fernández, aunque con el preparador vasco todo es posible. Máxime cuando ha explicado que el duelo de Copa del Rey ante el Sevilla no va a condicionar la alineación del domingo. Es más, adelantó que los cambios se iban a dar el miércoles próximo.