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Abusos, maltrato, bulimia, depresión y alcohol: Uxue está recuperando el control de su vida con Proyecto Hombre

Quiere llamarse Uxue, pero el nombre de nuestra protagonista es lo de menos. Tiene 32 años y dentro de tres semanas abandonará la comunidad, el único centro profesional de tratamiento residencial para personas con problemas de adicción que existe en La Rioja. En esta comunidad, Uxue está consiguiendo recuperar su autonomía personal, confianza y autoestima. Uxue está recuperando el control de su vida, una vida que comenzó a escurrirse de sus manos a los 15 años.

Desde los 15 y hasta los 18 años fui abusada y maltratada por mi pareja

“Empecé en la adicción del alcohol a los 26 años, pero todo viene desde mi infancia”. Y es que el padre de Uxue era alcohólico y usuario, como ella lo es ahora, de Proyecto Hombre. Después vino una relación de pareja con violencia y abusos. “Desde los 15 y hasta los 18 años fui abusada y maltratada por mi pareja”. Tres años durante los que la protagonista de esta historia se sentía culpable e incluso responsable de esos abusos y maltratos. “Yo no me quería, mi nivel de quererme disminuyó y creía que era la culpable de todo”. Uxue estaba ya inmersa en una espiral de destrucción que le hizo caer también en la bulimia. “Caí en el trastorno de conducta alimentaria, en la bulimia, durante bastantes años y sigo estando tratada”. Uxue continuaba cayendo. “Me sentía muy sola a pesar de estar acompañada por mi familia, mi marido y mis amistades, lo tenía todo pero la cabeza es la cabeza y caí en depresión”. Y se abrió la puerta al alcohol.

“En 2022 toqué fondo”

Y así transcurrió su vida, marcada por el alcohol hasta 2022, “cuando toqué fondo de verdad”. Su red era consciente de que tenía un problema, ella no. “Mi familia, mi pareja... intentaron ayudarme, también con ayuda psicológica, pero yo no era consciente del problema que tenía”. Con 30 años llamó a la Puerta de Proyecto Hombre. “En 2022 toqué fondo, de verdad, antes hubo otras ocasiones, pero esta fue la definitiva”. Y eso pasó cuando Uxue se despertó en el albergue municipal. “Desaparecí de casa porque no tenía alcohol para consumir y lo necesitaba urgentemente”. No recordaba nada, “al parecer, la Policía Local me encontró dormida en una calle y me llevaron al albergue”. Ahí fue consciente del problema que tenía y fue entonces cuando llamó a su familia y pidió ayuda.

Una ayuda que desde entonces lleva recibiendo de Proyecto Hombre y con la que está recuperando el control de su vida. Ella y todo su entorno porque tal y como explica el director del centro residencial, Oscar Pérez, “son muchas las familias que acuden a nuestra asociación para recibir información, atención y asesoramiento para poder sobrellevar el dolor y la ansiedad que supone que un ser querido esté pasando por esto, pero también para formarse y erigirse como parte importante de la terapia porque la familia y el entorno también son víctimas de la adicción”. En concreto, en Proyecto Hombre cuentan con un programa de información, orientación y motivación; otro programa de información y orientación al grupo de iguales para dotar de herramientas con las que poder relacionarse de una forma adecuada con la persona con problemas de adicción; programa de apoyo; y otro más de para parejas y cónyuges.

En tres semanas, Uxue abandonará la comunidad terapéutica en la que está logrando recuperar el control de su vida. Allí ha aprendido a valorarse, hacerse respetar y expresar sus sentimientos. “Yo no hablaba, me callaba todo y poco a poco mi mochila se iba llenando cada vez más”. De hecho confiesa que hasta llegar a la comunidad, nunca había contado el maltrato que sufrió en el pasado. Verbalizarlo, “ver que la gente te entiende y que te dan un abrazo, fue como quitarme 20 kilos de encima”.

Y así, con una mochila mucho más liviana y con rutinas, es como Uxue está logrando desenredar el nudo de su vida. Se levanta cada día a las 7:15 de la mañana y junto con sus compañeros y compañeras comparten las labores diarias de limpieza. A lo largo de la jornada también hay tiempo para diferentes grupos de terapia. Por la tarde, Uxue sale de la comunidad para ir a trabajar.

Una vida normal que pronto retomará en su casa. “Soy consciente de que este problema lo voy a tener toda mi vida, pero he aprendido a cambiar mis hábitos porque ahora espero los fines de semana para practicar la biodanza en vez de tomar un vermú”. Y así es como se imagina su vida dentro de tres semanas. “Seguiré trabajando y compartiendo las labores domésticas con mi pareja, antes sólo me encargaba yo de esto, al igual que también quiero tener mi espacio para mis amigas y formarme para ser profesora de biodanza”.

Las cervezas le han robado a Uxue demasiados años. “Sólo consumía cerveza, San Miguel y de lata”. Sin embargo, y a pesar de todo, se siente una privilegiada y con muchas ganas de vivir. “Me siento una privilegiada por poder formar parte de esta comunidad, gracias a ellos he encontrado sentido a mi vida, quiero vivir, formar mi propia familia”, asevera sonriendo. Un giro de 180 grados de la mano de Proyecto Hombre con quien ha conseguido salir “de esa soledad que hacía que mi vida no tuviera sentido”.

“Es complicado, pero se puede”. Es el mensaje de esperanza y optimismo que Uxue lanza a todas las personas que como ella están inmersas en una espiral que está destrozando sus vidas. “Pedid ayuda y, sobre todo, no tengáis vergüenza”, repite.

Un 8% más de personas usuarias en 2023

Como Uxue, Proyecto Hombre La Rioja atendió en 2023 a 494 personas personas con problemas de adicción, un 8% más que el año anterior. Así, en la memoria del pasado año se registra un incremento generalizado de atenciones en todos los programas. En cuanto a las sustancias, desde Proyecto Hombre han puesto el foco en dos que “preocupan especialmente. ”El alcohol, sustancia legal y el cannabis, muy normalizado, suponen la mitad de los ingresos a nuestros programas.

Pero además, desde Proyecto Hombre también resaltan el incremento de las mujeres atendidas porque las usuarias de los programas del centro de día, el centro residencial y el Programa Reconecta representaron, en 2023, el 22% de las personas en tratamiento; en 2019, suponían el 16%.