El juicio por el crimen del bodeguero de Cuzcurrita -hallado muerto en su domicilio el 2 de mayo de 2023- llega a sus días finales y en la sesión de hoy se ha visto la reconstrucción de los hechos, ordenada por la Jueza de Instrucción, por parte de los dos acusados. Una reconstrucción en la que se ven momentos de tensión entre ambos, inculpándose entre ellos, recriminándose actitudes y desmintiendo continúamente las versiones.
En concreto, y tras oír la versión del acusado que conocía a la víctima y quien asegura que fue el otro inculpado, A.D.G., quien se abalanzó contra Guillermo, ha respondido que todo son “fantasías en su cabeza”. “Yo no maté a nadie a puñaladas, ni he estado en esta casa. No vine con este tiparraco, yo he robado bancos pero nunca he matado a nadie y menos a alguien que podría ser mi padre. En qué hora me junté con este tipo”, ha dicho.
En la sesión de hoy, se ha reproducido íntegramente el vídeo realizado el pasado 26 de enero de 2024 y que ha durado alrededor de dos horas y media. Ambos imputados mantienen sus versiones: se declaran inocentes y se inculpan entre sí de dar muerte al bodeguero.
La declaración del acusado más mayor
El vídeo, que ha podido ver el jurado popular, ha comenzado con la versión y declaración de A.D.G., de 53 años en el momento de los hechos, quien mantiene que él se quedó en el coche y no bajó del vehículo “en ningún momento”. Indica que permaneció alrededor de 45 minutos dentro del vehículo. Además y ante la tardanza del otro acusado -siempre según su versión- asegura que “ya me estaba enfadando porque tardaba mucho”. Tal y como explicó en su declaración posterior ante el Juez, el acusado ha explicado: “Vinimos a Cuzcurrita porque (el otro acusado) me dijo que alguien le debía dinero” que podrían utilizarlo para consumir.
Una vez volvió del domicilio de Guillermo, explica que el otro acusado “no llegó nervioso ni nada”, que “se metió en el coche” y le dijo que “habían estado hablando y que no le había pagado”. “No le vi sangre ni en las manos ni en ningún lado. Como se fue, llegó”, añadía. Relata que al día siguiente se enteró del asesinato de Guillermo y se quedó “flipando”, y asegura que llamó al otro procesado y le dijo que “sería otro hombre”. Depués, relata: “Le dije que me dejara en paz porque me podía arruinar la vida. Le dije que no volviera a mi casa y que no quería saber nada de él”. Ambos acusados se encontraban de permiso penitenciario la noche de los hechos.
La declaración del acusado que conocía a la víctima
Versión completamente diferente la emitida por el otro acusado, C.S.R., de 38 años en el momento de los hechos y quien precisamente conocía a la víctima. Él asegura que “fue el otro (A.D.G.) quien se abalanzó contra Guillermo”. Sí que coinciden ambos acusados en decir que acudieron a Cuzcurrita porque no tenían más dinero para consumir.
Sobre la noche de los hechos, este procesado explica que A.D.G. le dijo que podía “atracar un supermercado”, pero que el respondió que tenía “un amigo en Cuzcurrita” que le “podía dejar algo de dinero”. Una vez en Cuzcurrita: “Le dije que me esperara aquí, en el vehículo. Pero no me hizo caso. Me siguió y vino conmigo. A pesar de decirle varias veces que no me acompañara, no me hizo caso”, relata en la reconstrucción de los hechos“, relata el acusado más joven.
Este sostiene que llamó al timbre de la vivienda y Guillermo abrió la puerta y que, cuando le decía que le hacía falta dinero, el segundo acusado “se echó hacía Guillermo, se abalanzó dándole golpes y cayó contra los jarrones y él siguió dándole porrazos”, según C.S.R. “Yo le tiré hacia atrás para que dejara de pegar a Guillermo pero siguió haciéndolo. Los dejé ahí, enzarzados, y me fui a registrar la casa”, se defiende. Ha dicho que al otro acusado: “nunca le había visto con esa cara, desbocado, con cara de loco”. Finalmente, explica que al volver vio “mucha sangre arrastrada” y aunque fue al baño (donde apareció el cadáver), mantiene que no entró y no vió nada.
Ante ello y a pesar de la relación tan cercana que tenía con la víctima, asegura, que no reaccionó. “No me dio tiempo de pensar. Estaba asustado. Estaba más centrado en buscar algún botín dentro de la casa”, justifica. Ante las preguntas, explica: “La verdad es que en un principio les intenté separar, pero al ver la cara de loco de una persona ida, no pensé nada más”. “Yo estaba concentrado en robar y me fui por todas las habitaciones. Después cuando terminé de rebuscar, me llevé unas cadenas y unos pendientes de perlas, bajé y le pregunté qué había pasado”, dice. A lo que, según su versión, A.D.G le contestó: “Hombre muerto no declara”., aunque, ha dicho: “Yo nunca pensé que lo había matado”.
“Ya en el coche me dio 150 euros, después hicimos una parada para 'fumar', nos peleamos, y seguimos el camino hasta llegar a Lardero, allá (el otro acusado) subió a una casa -de un vendedor de droga- y apareció con otra ropa y con una bolsa donde guardó la ropa manchada de sangre”, sostiene este acusado. “Yo me quedé comprando droga con el dinero que me había dado y finalmente le dejé en su casa”, mentiene.
Dice que se enteró de la muerte de Guillermo al día siguiente porque se lo contó a su mujer y que se lo contó a un compañero “porque necesitaba desahogarse”: “Sé que tuve parte de culpa en ello pero no me acuerdo bien. Le dije que íbamos drogados, que veníamos a pedirle dinero y que terminó el hombre muerto”.
La sesión de hoy ha contado también con el visionado de la reconstrucción realizada por Guardia Civil tras la declaración de C.S.R., que ya ha podido ser vista en varias ocasiones por parte del jurado popular.