El cofundador del estudio 'Barozzi Veiga', Alberto Veiga, ha afirmado que “patrimonio realmente es todo lo que te rodea”, y por ello “todo lo que ves tiene valor, simplemente por el hecho de que está”. Esto, ha afirmado que “te permite huir de prejuicios para pensar que es importante y que no es importante”.
“Hoy en día como todo evoluciona tan rápidamente no te puedes plantear empezar a hacer algo de cero prácticamente, pero tampoco está bien pensarlo porque tú no eres el primero en empezar algo nunca, ya que siempre ha habido alguien antes de ti”, ha añadido el arquitecto.
Veiga ha intervenido este sábado en las XXII Jornadas de Intervención en el Patrimonio, que hasta el domingo se desarrollan en La Rioja. Ha dado a conocer, entre otros sus proyectos, como el de la Escuela de Música Bruneck en Italia o el Espacio de exposición y arte de la abadía de Groeninge, situado en la ciudad belga de Kortrijk.
Ha explicado que su idea del patrimonio “no es lo que tiene muchos años o está en el Casco Histórico, sino que patrimonio es todo”. De hecho, “nosotros trabajamos con esa idea de continuidad, porque todos los lugares esconden pequeñas historias y esos pequeños fragmentos que inesperadamente encontramos es lo que nosotros utilizamos para nuestros proyectos”.
De hecho, ha apuntando que “lo más importante” a la hora de actuar sobre el patrimonio “es ir a la esencia de las cosas”. “Al final cuando te enfrentas a algo en cualquier aspecto de tu vida piensas en qué es lo esencial de esto, qué es lo importante e intentas no perder eso”, ha añadido, no sin antes asegurar que “es como un texto en el que intentas no perder la historia aunque tengas que quitarle adjetivos; nosotros como arquitectos intentamos quitarle los adjetivos a las cosas que encontramos”.
RECUPERAR COMO VIVIENDA UN PAJAR EN OJACASTRO
Además de Veiga en la jornada de este sábado han participado según los responsables del estudio MAAV., Adrián Martínez y Guillermo Avanzini, para dar a conocer un proyecto singular realizado en el pueblo riojano de Ojacastro, la transformación de un pequeño pajar en una vivienda.
Han explicado que “en los últimos tiempos es muy habitual este tipo de trabajos, donde el patrimonio se considera de una forma muy amplia, en la que se respeta lo que está”. En este caso, “en el pajar de Ojacastro estamos hablando de toneladas de piedra que están ahí colocadas, por lo que solo el esfuerzo de manipular eso ya tiene un impacto sobre el entorno”.
A partir de ahí, esto “ya te da las primeras orientaciones sobre cómo tienes que trabajar”, y “sacas todo de allí para interpretarlo e incorporarlo a lo que propones”. Han destacado la flexibilidad también del Ayuntamiento para poder realizar una obra como la realizada.
Los responsables de MAAV. también han reconocido que el proyecto “no era muy exigente en cuanto que tiene una vivienda completa cerca, entonces con el pajar se convierte en una especia de vivienda de apoyo”. En este caso, se han basado además en la idea de “la navaja suiza, en la que todo se esconde y se abre en un momento dado”.
Todo ello, teniendo en cuenta, han señalado para concluir, que “debe caber una cama de matrimonio, una cocina, que se construye casi en una jamba, un muro que esconde la chimenea y se mete una escalera que sube a un altillo”.