La Confederación Hidrográfica del Ebro, basándose en las previsiones meteorológicas para los próximos días y en la situación hidrometeorológica actual de la cuenca, ha alertado del riesgo de crecidas en el Ebro y en los afluentes de la margen izquierda del Ebro (los afluentes riojanos están en la margen derecha) desde su nacimiento hasta la cuenca del Gállego a partir de este jueves 10 de diciembre.
En La Rioja, se espera una crecida del río Ebro ya de cara al viernes 11. En los escenarios meteorológicos más desfavorables cabe la posibilidad de que dicha crecida llegue a alcanzar caudales extraordinarios con capacidad de generar afecciones, aunque en este momento todavía la incertidumbre es muy alta. Se podrá concretar algo más cuando mañana se vayan observando los caudales en los afluentes del tramo alto del Ebro.
La CHE ha intensificado la vigilancia y ha indicado la posibilidad que se produzcan caudales próximos a los umbrales de aviso establecidos en distintas estaciones de aforos de la Red Oficial de Aforos ubicadas en las comunidades de Navarra, Castilla y León, La Rioja y Aragón.
La subida de las temperaturas a partir de esta noche provocará la fusión total o parcial del manto de nieve acumulado en las cuencas de la margen izquierda del Ebro, generando crecidas en dichos afluentes y también en el propio Ebro en sus tramos alto y medio. La magnitud de las crecidas va a estar muy condicionada por la cantidad de precipitación líquida (principal factor de fusión).