La fotosíntesis de las algas contribuyó en un pasado muy lejano a convertir la inhóspita atmósfera terrestre en un medio adecuado para la vida. Parte de aquellas especies se hundió en los fondos marinos o en los lechos de los lagos y se transformó en petróleo. Steve Skill, bioquímico del Laboratorio Marino de Plymouth (Reino Unido), explica cómo su equipo está intentando “dar marcha atrás” en este proceso.
“La naturaleza ha hecho esto hace millones de años, produciendo el petróleo que hoy usamos como combustible. Por tanto, para ella esto no es nada nuevo”, ha declarado.
Lo que se está intentando en la actualidad es encontrar un método económicamente viable para transformar algas, una de las formas de vida más antiguas del planeta, en petróleo vegetal que pueda servir de 'biodiésel', combustible para aviones y otros productos plásticos y carburantes.
“Estamos cultivando con luz solar las algas, extraemos esa energía almacenada y la usamos para elaborar combustibles y otros productos no derivados del petróleo”. Según sus cálculos, la industria podría estar produciendo en cantidades suficientes para su comercialización en sólo una década. Este tipo de combustibles se consideran limpios porque las algas absorben los gases con efecto invernadero a medida que crecen.
PRUEBAS DE VUELO
Muchas compañías están implicadas en proyectos energéticos con las algas como fuente. Japan Airlines ha llevado a cabo un vuelo de prueba el mes pasado en el cual se usaron varios combustibles limpios, entre ellos algunos elaborados con estas plantas.
Representantes del laboratorio de de Skill han afirmado que se están aplicando los conocimientos sobre algas a la biotecnología, y que este enfoque es muy distinto a las diferentes iniciativas de tipo comercial que están en marcha en otros centros, que exageran su potencial con fines lucrativos. En palabras de Carole Llewellyn, química marina, “las algas tienen muchas propiedades beneficiosas, pero hay muchos escollos que tendrán que superar antes de llegar a ser una realidad”.