El IV Congreso Internacional de Barrios Históricos de Bodegas ha celebrado esta mañana la última jornada de ponencias, en las que se han escuchado los casos técnicos de Villamediana de Iregua, Tomelloso, el barrio de bodegas de Tokay, en Hungría y el barrio del Oporto.
Las conferencias han comenzado con la intervención el arquitecto riojano, Jesús Marino Pascual, quien ha versado su ponencia sobre la importancia de la protección patrimonial y cultural para el enriquecimiento de las personas y de la sociedad.
Como punto de vista singular, el congreso ha contado con la aportación de la escritora Sonia García Soubriet, hija y divulgadora de la obra de Francisco García Pavón, cuyas novelas policíacas incluyeron numerosas escenas que se desarrollaron en las bodegas de Tomelloso.
Los tres casos externos expuestos (Tomelloso, Tokay y Oporto) han mostrado las singularidades de cada zona hechas arquitectura a través de esos espacios y, sin embargo, la similitud en cuanto al patrimonio, cultural, etnográfico y enoturístico que suponen
Tras las ponencias, el presidente de CEIP Rural, Daniel Osés, entidad promotora de este congreso ha señalado la conclusiones de la jornada. En el Congreso se ha destacado que “los barrios de bodegas pueden llegar a aportar un valor muy significativo al entorno, al municipio donde están ubicados y a la actividad que en ellos se realizan”.
“Su origen vitivinícola puede ser recuperado para dotarles de actividad pero existen otras prácticas productivas y no productivas que se pueden realizar en estos espacios y mejorarían su valor”, se ha señalado. En este sentido, también han indicado que “la arquitectura del vino siempre ha atraído un turismo de calidad, lo conocemos por los casos recientes, pero nos hemos olvidado de los calados como espacios singulares, irreplicables y muy originales como fotos de atracción cultural y turística”.
En el congreso de Barrios de Bodegas se ha subrayado que esas bodegas subterráneas “son modelos eficientes y sostenibles y cuentan con unas condiciones fantásticas para elaborar vinos”, además de que las condiciones y materiales con los que fueron construidos los calados se estudian ahora dentro de los modelos de sostenibilidad.
A pesar de los problemas que entraña su recuperación y de los sucesivos pasos que requiere, “hay que respetar y cumplir la secuencia de los mismos en el proceso de recuperación para evitar problemas futuros”, se ha defendido desde el cogreso.
Los ponentes han valorado también los barrios de bodegas necesitan instrumentos paralelos para hacerse entender porque su ubicación subterránea está oculta, los centros de interpretación ayudarían a darlos a conocer a toda la sociedad. “Estos espacios trascienden la economía y tienen que ver con la identidad, la cultura y el patrimonio; no debemos permitir que se pierdan”.
“Todos debemos ser responsables de las consecuencias de nuestros actos en los barrios de bodegas, propietarios, ayuntamientos…., la generosidad, la sensibilidad y la colaboración de todos son claves para la recuperación de estos espacios”. Asimismo, se ha defendido que “recuperar es volver a utilizar, cuando utilizamos este término debemos ser conscientes de todo su significado en el ámbito de los barrios y aplicarlo”.
Las cuevas han estado presentes en la vida cotidiana de las personas que habitaban sobre ellas, son una fuente muy rica de conocimientos etnográficos y como tal, inspiran historia, literatura, escenas y experiencias personales. “Tenemos que poner en valor este patrimonio tan olvidado y que estamos perdiendo, concienciándonos del elemento diferenciador que supone para la regeneración y conservación de las zonas donde se encuentra”, han reiterado en las ponencias de esta mañana.
También se ha ahondado en que la regularización legal de un calado pasa por comprobar si está inscrito en Catastro, en el Registro de la Propiedad y si tienen Título de Propiedad.
“Hay que cambiar la mentalidad con repecto a los barrios y pasar a verlos como oportunidades de desarrollo rural y cohesión social, para ello necesitamos la colaboración de todos: ayuntamiento, propietarios y ciudadanía en general”.
Durante el congreso se ha informado que las consultas ciudadanas transmiten una alta demanda de apertura de los barrios para su uso cultural o reuniones asociativas. “Algo está cambiando en los barrios de bodegas, hay que aprovechar este movimiento y canalizarlo hacia la recuperación de estos espacios”.