Almeida admite la agresión sexual pero no el asesinato entre continuas contradicciones

Rioja2

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El acusado del asesinato de Álex, Francisco Javier Almeida, ha accedido a declarar y ha comenzado a responder a las preguntas del Fiscal. Almeida ha admitido la agresión sexual en su dormitorio pero insiste en que no forzó al menor: “yo le decía y él hacía”.

“Después le tapé la boca y no recuerdo más”, mientras ha señalado que tampoco sabe explicar por qué el niño subió a su casa ni cómo el niño perdió el conocimiento. “Lo único que acuerdo es que empezó a chillar, yo eche las manos y no recuerdo”.

“No le puedo decir que es lo que hice ese tiempo lo tengo yo como un lapsus” y durante la declaración se ha referido en varias ocasiones a que había consumido alcohol.

“No tenía intención de agredirlo ni matarlo”, ha apuntado el acusado que ha justificado que salió con el niño “para pedir ayuda”. “Para mí Álex estaba vivo cuando lo bajé por las escaleras”, ha dicho Almeida.

El acusado ha apelado durante toda la declaración a que tiene “una nube”: “esa persona que ha hecho esto no soy yo. Es una persona diferente”, ha dicho al explicar que esa persona se llama igual que él y tiene la misma ropa.

Los testigos niegan que Almeida estuviera ebrio

La primera persona en testificar en el juicio ha sido el agente instructor de la Guardia Civil- Policía Judicial y ha señalado que ningún agente acudió al lugar de los hechos vieron ningún signo de embriaguez en contra de lo que ha declarado el acusado y que todas la lesiones coinciden con la muerte por estrangulamiento y con signos “violencia extrema”.

El resto de agentes, a preguntas tanto del fiscal, Enrique Stern, como de la abogada de la acusación particular, Alicia Redondo, también han rechazado que su aliento oliera a alcohol o tuviese una actitud deambulante.

En la sesión de hoy, se han exhibido las imágenes del portal de Lardero en el que vivía Almeida y se ha visto cómo el acusado habla con el menor y se entiende que le dice que suba por las escaleras. Cuando Almeida se asegura que no la hecho se mete por el ascensor.

Los agentes también han hablado de las lesiones que tenía el niño en el cuello, resultado de una axfisia ocasionada desde atrás, con el brazo, subiéndolo, incluso, hacia arriba. Algo que hizo que “en absoluto” tuviera “medio de defenderse”.

Además, presentaba moratones en la boca, en la encía superior y el labio interior; marcas de “elevada violencia”. Mientras, el abogado de la defensa ha insistido en la presencia de cinco botellas de cerveza en la cocina.

Lectura de los hechos

Dos menores de 11 y 12 años han declarado que era frecuente que Almeida se sentara en el parque en un banco vigilando a los niños. A la niña en más de una ocasión le invitó a acompañarle a su casa. Por lo que era premeditado.

Los padres de Álex fueron al merendero con sus dos hijos. Álex iba disfrazado de niña del exorcista, jugaba a 50 metros del merendero. Los padres de Álex y de otra niña (C. de 4 años) salieron varias veces del merendero para vigilar a los niños. A las 8,15 los padres avisan a los niños de que estaba preparada la cena. Les dicen que esperen un poco para despedirse de los niños con los que estaban jugando. En ese momento Almeida aborda al pequeño. C., de 4 años, entra al merendero y les dice que a Álex se lo ha llevado un señor. Señala hacia un pasaje. Empiezan a buscarle, llaman a policía y guardia civil.

Una de las vecinas presente señala al portal número 5 y la planta tercera como el lugar en el que vive ese hombre. Los niños empiezan a decir que ese señor se sienta habitualmente en el parque y les graba con el teléfono móvil.

En las cámaras se ve que Almeida sale del domicilio a las 8,07 y luego entra con Alex a las 8,40 aproximadamente. Le pide al niño que suba por las escaleras, y él sube por el ascensor, probablemente para que nadie le sorprendiera en compañía del menor.

Tras matarle, se vistió y vistió parcialmente al pequeño. Los leggins aparecieron después en el domicilio. Él olvidó subirse la bragueta. La tenía bajada durante el interrogatorio. Había restos biológicos en el cuerpo, la ropa, las manos e incluso los zapatos. Le dio muerte por la espalda sin posibilidad de defenderse de forma alguna.

Muerte de Alex entre las 20,15 y las 21,15 horas. No tuvo ninguna posibilidad de defenderse, por la diferencia de corpulencia y por lo sorpresivo.

Un vecino les abre a los agentes. Suben por el ascensor y el vecino por las escaleras. El vecino le encuentra en el rellano del segundo piso con el niño en brazos. Los agentes llegan al tercero, oyen un grito y bajan al segundo. Tratan de reanimar al menor pero estaba ya fallecido. Se detiene al señor Almeida, que lleva la ropa manchada en varias zonas.

Acudió de manera premeditada al parque para llevárselo a la vivienda y agredirlo sexualmente. Lo consiguió con Alex y acabó asesinándole de forma despiadada. El pequeño no tuvo opción de defensa ni pudo pedir auxilio. El acusado no presentaba ninguna piscopatía en el momento de los hechos.

La defensa niega los hechos y pide la absolución.

Aportaciones de las partes

El Ministerio Fiscal pide eliminar la declaración del vecino del segundo, el que encontró a Almeida con el pequeño, porque tiene una discapacidad que le impide comunicarse bien y tiene necesidad de ser asistido. Por las dificultades que conlleva y ya que declaró en su momento, pedidos que no tenga que volver a declarar. Existe ya la prueba preconstituida, hay una declaración grabada delante de todas las partes.

Acusación particular pide una nueva prueba. Aporta informe pericia forense de los padres de Alex. Entendemos que es necesario que se evalúe el estado de los mismos y las secuelas que están sufriendo. El estatuto de la víctima los reconoce como víctimas tras el asesinato de su hijo. Aportamos también informe de la terapia de los padres y el hermano de Álex. Se admiten ambas pruebas.

La defensa no aporta ninguna nueva prueba.

“La maldad existe”

El Fisal ha recordado que “cuando se interrogó a Almeida, desde un primer momento, nunca negó los hechos”. “Las pruebas confirman que Álex fue violado. Y se podrá probar que murió sin posibilidad de pedir auxilio ni de defensa alguna. Fue asesinado. Y se va a poder demostrar con los criterios más avanzados y más objetivos”.

“Lo primero que tendemos a pensar ante hechos así es que este sujeto no está bien. Pero no es el caso. Se probará que el señor Almeida no está enfermo, sabe lo que hace, puede evitarlo y no lo evita. Lo que sucede es que la maldad existe”, ha dicho el Fiscal.

“Por eso pedimos esta pena tan grave, la prisión permanente revisable, porque no es reinsertable. No busca el placer sexual sino la dominación. Lo probó otra vez y le gustó y por eso lo hizo de nuevo, esta vez con un niño. No podemos devolver la vida a Alex pero sí podemos garantizar que no vuelva a suceder. Que al menos cuando salga de la cárcel no tenga fuerzas para hacerlo de nuevo”.

También la acusación particular y la acusación popular, Alicia Redondo, ha dicho que “se va a demostrar que fue él quien cometió los terribles hechos, ”el abuso y asesinato de forma infame y desalmada“. Les aseguro que tras lo que van a conocer en esta sala, no les va a quedar ninguna duda de su culpabilidad. Así ha pedido al jurado que no se asusten por la gravedad de la pena y les pide que no tiemblen a la hora de actuar con contundencia para que no dejen que este sujeto acabe con más vidas.

El abogado de la defensa, César Álvarez, del turno de oficio, ha recordado que “al igual que al jurado, a mí me han elegido por pura suerte, no tengo intereses espúreos”. “Olvídense de lo que han escuchado porque eso son opiniones interesadas. Tomen notas y atiendan a los detalles y podrán ver que las cosas no siempre son lo que parecen. Aparentemente nos encontramos ante un monstruo. Vamos a escucharle y a ver si realmente la maldad existe o nos llevamos alguna sorpresa. Procuren entender por qué pasan las cosas que pasan”.