Una vez más nos volvemos a encontrar con un resultado incierto en las esperanzas de la Unión Deportiva Logroñés. Una vez más el análisis del nuevo empate a cero se hace complicado a sabiendas que de forma ya acostumbrada nos encontramos con pros y contras de este resultado. El problema es que los pros se van convirtiendo en menores y de argumentación ya escasa. Es decir, pocas excusas quedan. El equipo se encuentra con bajas sensibles y se acudió a un campo cuyo equipo local tenía más presión por ganar debido a la posición en la que se encuentra el Sabadell y al cambio esta semana de entrenador. No, las justificaciones de ser un equipo nuevo y de tener lesionados ya no sirven, el punto sabe a poco puesto que este era un campo propicio para regresar con los tres puntos. Al mister habría que recordarle que punto a punto el descenso está garantizado, y más en un grupo donde cualquiera de los que tiene debajo puede reaccionar y meter en la pomada de descenso al club.
Sorprende en este grupo III de Segunda División B la enorme distancia que han cogido los primeros respecto al resto. La Unión Deportiva Logroñés se encuentra en décimo lugar a doce puntos de distancia del cuarto clasificado y a tan solo cuatro del puesto de promoción de descenso, y las jornadas venideras no son precisamente halagüeñas. Las dos jornadas siguientes las tiene en casa, lo que significa que se presentan propicias para sacar algo más de dos de puntos. Si en los dos partidos no se obtiene por lo menos una victoria habrá que cuestionar seriamente si realmente se ha confeccionado un equipo para consolidarse en la tabla o, simplemente, para pelear por no descender. A tenor del presupuesto y del dinero invertido en la plantilla y de la masa social conseguida, este equipo debería situarse del décimo para arriba y cerca de la zona de la ilusión. Sin embargo los hechos demuestran lo contrario.
El domingo viene a Las Gaunas un invicto de la categoría y un equipo que presenta un planteamiento de juego alegre y de buscar en todo momento la portería contraria. Pero es que al siguiente nos visita otro gallito de la categoría y eterno aspirante al ascenso: el Alcoyano. Estos dos partidos serán sendas pruebas importantes para calibrar la verdadera medida de este irregular UDL. Algo extraño sucede en nuestra Tercera División cuando los partidos entre los equipos de la parte alta de la tabla acaban entre tanganas y malos modos. No es de recibo que, si la jornada anterior nos felicitamos de los buenos partidos en Anguiano y Alfaro (y del primer punto en liga del AF, no comentado por mi parte), otro domingo más y ya van unos cuantos tenga que mencionar acontecimientos que se escapan del buen orden deportivo.
El sábado por la tarde Oyonesa y Calahorra nos regalaron un partido vibrante y de poder a poder en el que la exquisita educación evidenció lo sucedido el domingo en Alfaro entre el River Ebro (ayer de local debido a las obras en el campo de Rincón de Soto) y el Alfaro,
donde unos cánticos racistas hacia Oussama, delantero del equipo blanquinegro, acabó derivando en patadas, insultos y malos modos incluidos los entrenadores. Si algo me gusta de los equipos de Raúl Martín es la pelea y la garra que muestran sus equipos, pero no comparto ni por asomo que esa garra se confunda con violencia y dureza que luego en ocasiones muestran en el terreno de juego. El Ríver Ebro de Martín es un equipo que desprecia la pelota y que le importa poco agradar al espectador. Le importa el resultado, y si es a costa de otros medios que se escapan del fútbol tampoco pasa nada. Martín hace unos planteamientos tremendamente defensivos en equipos muy competitivos (ya lo hizo en el Balsamaiso y el año pasado en el Náxara). Junta mucho las líneas, ahoga al rival en la presión y deja que el equipo contrario sea quien maneje la pelota. No comparto esta forma de entender el fútbol. La historia del fútbol ha demostrado de largo que los equipos que apuestan por un fútbol de ataque acaban triunfando, y en la Peña Balsamaiso que ascendió a División de Honor pudimos comprobarlo cuando a Raúl Martín lo sustituyó el Tato Abadía, donde con un fútbol de ataque mejoró los números que presentó Martín en la primera vuelta.
El Alfaro, por otra parte, vuelve a encontrarse fuera del play off con este punto. No tiene por qué preocuparse, los seis primeros puestos están muy igualados y en cualquier momento puede encaramarse más arriba del quinto lugar. Sí que sería conveniente para el Alfaro, si hace una apuesta decidida por el ascenso, ampliar su corta plantilla en este invierno.
El líder tuvo una prueba importante el sábado por la tarde en El Espinar. Sigue imbatido pero una vez más vuelve a sacar un punto ante los de arriba. Si ha perdido el liderato ha sido precisamente porque por su juego y por ese carácter aguerrido y humilde no les permite ir a por algo más que un punto. Pudo haber ganado en la segunda parte ante un Calahorra ramplón que con jugadores de excelente calidad recurrió una y otra vez a los balones en largo a Escalada y a las segundas jugadas. Pero la Oyonesa también pudo haber perdido si no fuera por el golpe de fortuna en su gol, un minuto después de que un mal entendimiento entre Chasco y Berni llevara el primero al marcador.
Ya he escrito sobre la Oyonesa, no sobre el Calahorra. Tiene argumentos y calidad para el ascenso. Su plantilla y los nombres que línea a línea pueblan la plantilla deberían llevar a los rojillos a no pasar apuros para clasificarse y, sin embargo, después de doce partidos se encuentran en un quinto lugar que sabe a poco. No practican un juego de salón ni parece que Nacho Martín vaya a variar un esquema de juego que al final de la temporada podría pasarles factura. Estoy convencido de que si apostaran por un fútbol de mayor ataque y con el balón rodando más por el suelo en vez de por el aire, mejor les irían las cosas. En Calahorra ya llevan unas cuantas temporadas lejos de aspirar al ansiado ascenso a Segunda División B.
Y después de todo esto, resulta que nos encontramos a un nuevo líder de la categoría. El club más longevo de La Rioja se ha encaramado al primer puesto de la clasificación a base de buen trabajo y sin hacer el menor ruido. Sin grandes estridencias y paso a paso, el Haro Deportivo da sensaciones de querer dar el salto a Segunda B después de los fallidos intentos de los últimos años. Al igual que la Oyonesa, hasta ahora no ha podido con los rivales de entidad con los que se ha encontrado. En este sentido, el Haro se topará en el mes de diciembre con el Alfaro y el Calahorra en dos jornadas consecutivas que determinarán de alguna medida las verdaderas posibilidades de este rejuvenecido Haro.
Tras la resaca de la pasada jornada entre los dos mejores equipos de Regional Preferente, los equipos punteros han dado muestras de relajación, si bien los resultados de unos y otros han sido muy dispares. Nada que objetar con el filial de la Unión, que parece haberle cogido por fin el aire a la categoría y ya se puede decir sin tapujos que son un abierto candidato al ascenso después de los enormes problemas suscitados en las primeras jornadas (aún no resueltos del todo, tras la jornada anterior nuevamente cayeron sanciones a la UDL B por no haber hecho los deberes en los despachos). La Sociedad Deportiva Logroñés cumplió sin grandes alardes pese a la goleada ante un voluntarioso y noble UF Rioja. En la directiva de la SDL ya pueden ir pensando en la próxima campaña puesto que ahora mismo creo que muy pocos discuten que el primer puesto prácticamente ya está adjudicado al nuevo equipo de la ciudad. Y por último, el Club Deportivo Varea se está metiendo ellos solos en problemas y en dificultades que ponen en peligro el ascenso a Tercera. Algo ha pasado en este equipo que, pese a comenzar la campaña de forma sobresaliente y con goleadas, ha ido perdiendo fuelle y hasta los nervios. No hay jornada que acabe, o bien con expulsados, o bien con polémica. Y si encima los resultados no acompañan pues se determina que Ángel Aguado debería tomar medidas en una plantilla que perfectamente podría ocupar los primeros puestos de Tercera División. Tienen que recordar que se encuentran con tan solo un punto de ventaja sobre el cuarto puesto, y que un nuevo descuido podría pasarles factura, pues La Calzada y Ciudad de Alfaro pocas veces perdonarán e intentarán por todos los medios arrebatar un ascenso que al principio se les antojaba imposible.
Mucho van a tener que pelear Comillas y Balsamaiso si quieren salvar la categoría.
Es muy posible que en las jornadas precedentes soñáramos demasiado con la salvación de nuestros tres representantes riojanos. La realidad nos ha devuelto que nada es fácil en División de Honor y que tanto los azules como los blancos deberán dar más de sí para invertir esta situación negativa. Ambos se encuentran en descenso y a ambos les toca rascar donde puedan para salir de esa situación.
Situación muy distinta la que presenta la Unión Deportiva Logroñés, que con su victoria en Varea al Santutxu se queda a tan solo un punto del acceso a la Copa del Rey, sin duda se trataría de un logro histórico para la ciudad.