Las últimas informaciones ofrecidas por las autoridades de Rawalpindi aseguran que al menos 34 personas habrían perdido la vida y otras 32 estarían heridas a causa de un atentado suicida, detrás del que posiblemente se encuentre algún grupo talibán.
La explosión se produjo sobre las 10.40 h. de la mañana en una zona de Rawalpindi, a unos 15 kilómetros al noroeste de Islamabad, que acoge el cuartel general del Ejército y varios hoteles.
Fuentes del servicio de emergencias informaron de que una larga cola de personas esperaba ante un banco para cobrar sus sueldos o pensiones cuando llegó el suicida en una motocicleta. La policía acordonó la zona mientras proseguían las labores de rescate. Los cadáveres y heridos fueron trasladados a 16 hospitales civiles y a un hospital militar.
Por su parte, el presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, y el primer ministro del país, Yusuf Raza Gilani, han manifestado ya su firme condena de este atentado.
Este ataque suicida es el último de una serie de atentados que se han producido desde que el Ejército paquistaní lanzó una ofensiva contra la insurgencia en el noroeste del país.
La explosión coincidió con el anuncio del gobierno de Pakistán de que dará una recompensa de 5 millones de dólares a quien proporcione información que lleve a la captura del líder talibán paquistaní, Hakimulá Mehsud, y sus principales colaboradores, vivos o muertos.
Ante la ofensiva militar contra Mehsud y sus seguidores del Movimiento Talibán de Pakistán en sus feudos localizados en Waziristán del Sur, la insurgencia ha intensificado su campaña de atentados contra objetivos urbanos por todo el país.