El personal sanitario ha sacrificado a cerca de 12.000 aves después de que los exámenes confirmaran que algunos pollos habían muerto por el virus H5N1. Esta variante de la gripe aviar fue detectada en Bangladesh en marzo del pasado año y se controló gracias a las agresivas medidas que se tomaron. Sin embargo, los expertos aseguran que el control se relajó y el brote reapareció.
Por el momento, no se han registrado casos de humanos infectados en el país asiático, que tiene una población muy densa que vive, en gran parte, de las aves de corral.
El Gobierno interino ha decidido aumentar la compensación por cada ave enferma que se entregue a las autoridades para animar a los granjeros a sacrificar a las aves que puedan suponer una amenaza. Se calcula que habrá que matar a medio millón de pájaros, pero el virus ya llega a más de la mitad de los 64 distritos del país.
Según las informaciones de los medios locales, se ha visto a niños jugando con pollos muertos y a empleados de sanidad enterrando aves sin mascarilla protectora, lo que ha aumentado la preocupación de las autoridades.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación de que el virus H5N1, que ya ha matado a 220 personas en todo el mundo desde 2003, pueda mutar en una variedad que se contagie fácilmente entre humanos y se convierta en una pandemia que mate a millones de personas.