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Barriola y Titín III, preparados para la final

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Con una gran expectación, tanto en las gradas del frontón corto de Mendizorroza, como entre los diferentes medios de comunicación presentes en la contracancha, ambos manomanistas realizaron con una gran rapidez la elección de las cuatro pelotas (dos por cada uno de ellos) de entre el lote apartado por el seleccionador del material.

El navarro de Leitza, Abel Barriola, se quedó con dos pelotas que pesaron 105 y 105,2 gramos, ambas algo más pesadas que las de su oponente y fabricadas por el pelotero francés Poumpa. El riojano Augusto Ibáñez Sacristán (Titín III) escogió otras dos 'bolas' de 103,4 y 103 gramos de peso, algo más livianas y las dos fabricadas en su día por el pelotero vizcaíno Cipri.

En la posterior conferencia de prensa celebrada en el gimnasio de los frontones de Mendizorroza, Abel Barriola comentó que la final se presenta “muy igualada”, dado que tendrá enfrente a “un grandísimo rival”.

“Titín III tiene dos grandes cualidades: una es lo mucho que juega a la pelota, al meterte un ritmo muy alto, y la otra es que se trata de un pelotari que hace que te precipites a la hora de jugar”, subrayó el zaguero de Leitza. Por otro lado, Barriola remarcó que “si uno entra en su trampa, te saca del sitio, por lo que yo espero no entrar en ese juego del riojano, para lo que tendré que intentar jugar a bote, y no de aire”.

Por su parte, Augusto Ibáñez Sacristán (Titín III) dijo, en su turno ante la pléyade de medios de información procedentes del País Vasco, La Rioja y Navarra, que, tras el reciente fallecimiento de su progenitor, todo ha ido “muy bien” a lo largo de lo que se lleva de semana en lo tocante a su preparación. “En un principio, no quise optar por pedir un aplazamiento de la final, sino que barajé renunciar a disputarla por el fallecimiento de mi padre, aunque al final pensé, siempre de acuerdo con mi familia, que lo mejor era jugarla”, remachó Titín III.