Un nuevo político huido de la Justicia cae en América Latina. En esta ocasión se trata del ex ministro boliviano de Interior, Guillermo Fortún, quien fue detenido en Perú, cuando se disponía a viajar a Buenos Aires.
Ante esta noticias, el gobierno de Bolivia ha pedido a Perú la expulsión de Fortún, según informó el ministro de la Presidencia boliviano, Óscar Coca.
“Hay un mandamiento de aprehensión y el gobierno boliviano está pidiendo la expulsión de Fortún, por la imputación formal que existe en su contra por los delitos de legitimación de ganancias ilícitas, peculado, incumplimiento de deberes y uso indebido de influencias”, afirmó el ministro, citado por Telesur.
Coca añadió que la Embajada boliviana en Lima está “haciendo todo lo necesario” para que se consuma la expulsión, tal y como ocurrió hace un mes con el ex alcalde de La Paz, Luis Alberto Valle, quien igualmente se había refugiado en Perú para evitar el juicio por malversación de fondos públicos.
Ahora las autoridades deberán determinar en qué condición regresa a Bolivia el ex ministro, sobre quien pesaba una orden internacional de detención. El delegado boliviano en Lima, Franz Solano, explicó a los medios locales que “si se establece que Fortún está en Perú en situación irregular, el trámite será para que lo expulsen, [pero] si está en situación normal, se hará un proceso de extradición”.
Guillermo Fortún huyó de Bolivia hace casi un año después de que se le abriese una investigación por presunta corrupción.
La detención se produjo el miércoles por la noche en el aeropuerto de la capital peruana, cuando se disponía a tomar un vuelo a Buenos Aires junto a su mujer y su hija.
Fortún se había movido en los últimos meses por Chile y Perú como turista, y solicitó al gobierno peruano un asilo político que le fue negado. Quería sumarse así a otros tres antiguos ministros bolivianos que se encuentran refugiados en Perú y que han logrado evitar procesos judiciales por cargos como genocidio o delitos económicos.