Dilma Roussef, presidenta brasileña, ha comunicado a su homólogo y primer ministro ya en funciones, José Sócrates, que Brasil está dispuesto a “ayudar” a Portugal “en materia económica” cuando el rescate parece cercano por parte de los socios de la Unión Europea así como la convocatoria de elecciones, que previsiblemente ganará el centro-derecha luso.
La dirigente brasileña, que se encuentra en la ciudad de Coimbra, hizo estas declaraciones en solidaridad con el pueblo portugués del que dijo: “Brasil podrá ayudar a Portugal como Portugal ayudó económicamente a Brasil”.
De igual manera se manifestó su mentor, Luiz Inacio Lula da Silva, quien acompañaba a su sucesora en el cargo. El ex presidente brasileño recibió el premio Norte-Sul 2010 de manos del presidente Aníbal Cavado Silva. En su discurso, Lula apuntó que había que “trabajar para no permitir que un país que estaba tan bien como Portugal pase de repente a una situación de crisis y desempleo”.
Lula culpó al grueso de países potentes de la UE como culpables de haber demorado una ayuda que ahora se va a hacer imprescindible. Incluso por la noche, en una cena con José Sócrate, fue muy crítico con las máximas autoridades económicas declarando en presencia de José Sócrates que “el FMI no resolverá los problemas de Portugal como no resolvió los de Brasil”, ya que “crea más problemas que resuelve”.