La segunda víctima de la liga LEB Plata ya tiene nombre y apellidos. Se trata de Fede Pozuelo, entrenador hasta este fin de semana del Cáceres 2016, que se ha visto obligado a abandonar el banquillo del club extremeño tras la derrota ante el Sabadell Gapsa (89-76) y después de que en once encuentros los cacereños acumulen un total de cuatro victorias y siete derrotas, una más que los tres últimos clasificados de la categoría. Piti Hurtado se hará cargo del equipo provisionalmente hasta que la entidad encuentre un sustituto para Pozuelo.
Desde el club extremeño se descarta que fuera la derrota ante Sabadell el detonante de la destitución de Pozuelo y achacan la drástica decisión a la imagen mostrada por el equipo, que ante el colista llegó a perder de hasta treinta puntos. El Cáceres 2016 quiso agradecer públicamente la dedicación y la profesionalidad mostrada por Fede Pozuelo en todo momento con el club, así como desearle el mejor de los futuros posibles.
El banquillo del Multiusos lo ocupará 'Piti' Hurtado, entrenador profesional y que venía haciendo labores de dirección general del club. Este mismo lunes ha dirigido su primera sesión de entrenamientos para preparer el importante choque que enfrentará al Cáceres contra el Gijón.
Hurtado señaló en rueda de prensa que para él es una mala noticia la marcha de Fede porque significa que tiene que tomar las riendas del equipo de la forma menos soñada. “Me hubiese gustado que las circunstancias fueran otras. Soy entrenador desde los catorce años y me hubiese gustado entrenar al primer equipo de mi ciudad desde principio de temporada. Sin embargo, las circunstancias son las que son y me debo al club”, dijo.
Hurtado mostró su disposición de hacer lo que sea necesario por el club y manifestó que ha accedido a la insistente petición de la Junta Directiva y, como responsable del club, debido también al conocimiento de la indefinición de las instituciones a la hora de concretar sus aportaciones económicas. Y es que siempre es difícil cerrar los presupuestos y tomar decisiones si los principales patrocinadores no aclaran en qué términos económicos apoyan a la entidad.