Juan Antonio Fernández-Velilla, presidente de Caja Rioja, integrada en el grupo BFA-Bankia nacionalizado por el Gobierno español, ha garantizado hoy que la obra social de la Fundación Caja Rioja se mantendrá hasta 2015.
Fernández-Velilla, acompañado del director general de la entidad, Jorge Albájar, y del responsable de la Fundación, Arturo Colina, ha ofrecido hoy una rueda de prensa para explicar la situación de Caja Rioja y lanzar un mensaje de tranquilidad a los clientes y depositantes sobre la solvencia del grupo “tras los acontecimientos de los últimos días”.
Fernández-Velilla ha informado de que la Fundación Caja Rioja, que tiene un presupuesto de 2,5 millones de euros anuales, tiene liquidez suficiente hasta el año 2015 y activos “no líquidos” de lo que podría desprenderse en caso de necesidad.
Además, ha revelado Fernández-Velilla, él mismo planteó la cuestión de la obra social al nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Gorigozarri, el día que tomó posesión y le planteó propuestas para llevar a cabo la obra social más allá de su financiación “a través del dividendo”.
Sobre estas alternativas de financiación, el presidente de Caja Rioja ha citado que Bankia podría pagar por la utilización de la marca Caja Rioja en el territorio riojano.
Otra propuesta es que la actividad de la obra social corporativa, que necesariamente tienen que llevar a cabo las entidades financieras, se realice a través de las cajas de ahorro y sus respectivas fundaciones mediante las dotaciones que fueran precisas.
Será Goirigolzarri quien finalmente decida cual de esta alternativas es la más viable, según el presidente de Caja Rioja, quien ha destacado que estas propuestas también se le han trasladado al Ministerio de Economía para llegar a un acuerdo que permita financiar la obra social a través de estas u otras acciones.
Respeto al grupo BFA-Bankia, en el que está integrada Caja Rioja, el presidente de esta entidad ha dicho que con la nacionalización se eliminan las dudas sobre su viabilidad, que la inversión del Estado “beneficia y refuerza” al grupo y es un mensaje dirigido a “recuperar al credibilidad del proyecto”.
Según Fernández-Velilla, la nacionalización favorece a los accionistas porque las acciones recuperarán su valor tras la “relevante” caída en bolsa de los títulos que Bankia en los últimos días, que “afecta a todo el sector”.
Sobre la “dilución” de la totalidad o una parte del capital que las cajas tenían en Bankia al entrar el Estado en el accionariado de BFA con 4.465 millones de euros, Fernández-Velilla ha señalado que hay que esperar a la expertos independientes valoren el BFA.
Respecto a la situación de los trabajadores y la red de oficinas de Bankia en La Rioja, el director general Jorge Albájar, ha dicho que la nueva situación no añade problemas porque con la integración de Caja Rioja en Bankia se redujeron plantilla -en 80 trabajadores- y número de oficinas (5).
Caja Rioja (Bankia), que mantiene en La Rioja una plantilla de 400 trabajadores -270 en la red de oficinas y 130 en los servicios centrales-, tiene unos depósitos de clientes de 2.300 millones de euros, según ha informado Albájar.
Caja Rioja está integrada en la Zona Norte 1 de Bankia, que se extiende por La Rioja, Navarra, País Vasco y Cantabria, donde tienen 106 oficinas y 700 trabajadores.
Sobre la idoneidad del SIP de Caja Madrid y Bancaja para integrar a Caja Rioja, Fernández-Velilla se ha limitado a decir que “lo que está absolutamente claro es que la aventura de Caja Rioja en solitario era imposible” y que si se hubiera arriesgado su patrimonio estaría hoy “perjudicado”.