La directora general de Turismo y Promoción Territorial del Gobierno de La Rioja, Virginia Borges, ha visitado hoy la VII edición de Camprovinarte recorriendo las intervenciones que, desde el pasado 24 de julio, están realizando cinco artistas en las calles y espacios de Camprovín con el objetivo fundamental de promocionar y dinamizar el medio rural y la cultura en diferentes entornos. Un encuentro que, como ha señalado Borges, “une de una manera muy intensa y profunda lo rural y lo contemporáneo” contando con el apoyo del Gobierno riojano “porque nace del propio pueblo”. “La Rioja tiene que tener más acciones de esta naturaleza y Camprovinarte es un modelo que puede exportarse dentro de nuestro territorio”.
En esta edición, más de 190 artistas han solicitado participar en Camprovinarte, de los que el jurado seleccionó el pasado mes de mayo a los cinco participantes: la arquitecta madrileña María Corrales; la artista multidisciplinar Estela Ferrer; la recientemente galardonada con el premio joven del 13º Certamen Nacional de Pintura del Parlamento regional, la artista riojana Sofía Moreno; el valenciano Ángel Peris; y Laura Segura, artista reconocida por emplear para sus obras elementos naturales como la cera de abeja, las raíces o el barro.
De forma paralela a la producción de sus creaciones, los vecinos de Camprovín y visitantes podrán participar además en una programación que completan los talleres creativos de Mada Jadraque; las visitas guiadas a las intervenciones previstas durante todo el fin de semana; el Mercado de Creadores que abrirá sus puertas la mañana del domingo; y la danza contemporánea que ofrecerá, el viernes 28 de julio a las 20 horas, la bailarina Karelis Zambrano.
Además, la Asociación Juvenil Teatral ON&OFF ha traído un equipo de 15 voluntarias del programa el Cuerpo Europeo de Solidaridad para apoyar al Ayuntamiento de Camprovín en la organización del festival. Desde hace dos semanas, jóvenes de entre 20 y 30 años procedentes de Alemania, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Polonia, Rumanía y Turquía se han instalado en el pueblo para colaborar en tareas medioambientales, ayudar a los artistas y preparar varias actividades teatrales para lugareños y visitantes con el objetivo de seguir dinamizando Camprovín y su oferta cultural.