Canales de la Sierra se vuelve a vestir de fiesta con la llegada del buen tiempo y lo hace con sus mejores galas celtibéricas. Auspiciada por la Red de Municipios de la Celtiberia, con la colaboración del Gobierno de La Rioja y del Ayuntamiento de Canales, y con el teatro de Canales como centro de operaciones, este sábado celebra 'Beltaine', una jornada repleta de actividades.
Entre ellas destacan una charla sobre las posibilidades turísticas que ofrecen los recursos culturales y naturales de nuestros pueblos. A continuación, guiados por varios arqueólogos, los visitantes podrán acercarse a visitar los restos del yacimiento celtibérico y posteriormente romanizado en el cerro de Cividad. El esfuerzo (un paseo de un par de kilómetros) tendrá su compensación con una caldereta al estilo pastoril.
La música celta animará la velada que tendrá su continuación por la tarde con varios actos simbólicos: un acto de magia y abrazo a la naturaleza a cargo de druidas y bardos, la plantación de un roble (árbol sagrado de la Celtiberia y que tuvo su manifestación posterior en la 'plantación' de los mayos, una tradición común a los pueblos que formaban la Celtiberia y que se mantiene todavía en la zona de pinares de Burgos y Soria) o la celebración del estallido primaveral en torno al fuego.
Desde el primer milenio antes de la era, los pobladores de la Sierra Celtibérica celebran la fiesta del reencuentro. Estos celtas de Iberia, como los del resto del continente, celebran el Beltaine ('buen fuego')-. Es la fiesta del nacimiento de la vida. Lo que estaba muerto bajo las nieves del invierno, ahora resucita, brota, florece y llena de color, olor y comida todos nuestros campos, desde las dehesas, hasta las huertas. Sociedades ganaderas, como las de Canales de la Sierra, sacaban el ganado hacia los frescos pastos renacidos y los guiaban con hogueras
El Beltaine o Beltane no era un día fijo para los celtas, era un ritual que coincidía en cada lugar con el momento del nacimiento de la primavera que, dadas las características climáticas de los distintos ecosistemas, se extendía en un espacio de tiempo que podríamos establecer entre la primera luna llena del equinoccio de primavera y la segunda mitad de mayo. En un momento de crisis climática agudizada, con esta celebración “queremos hacer renacer la cultura céltica de respeto y armonía con la naturaleza”.