Unos 200 activistas de 14 países diferentes de la Unión Europea han bloqueado este lunes las siete entradas al edificio del Consejo de la Unión Europea donde los ministros de pesca iban a reunirse para decidir las cuotas anuales de pesca. Para impedir que los ministros accedieran al recinto, los activistas han construido un muro de 30 metros de largo y 2,5 metros de ancho frente a la entrada principal del edificio con el mensaje 'Cerrado hasta que las pesquerías se recuperen'.
Precisamente este lunes era el día en el que el Consejo de Pesca celebraba un reunión en la que decidirían las cuotas de pesca (TACs) para el próximo año. Según ha publicado Greenpeace en su página web, “dado historial del Consejo, no se espera que este año las negociaciones introduzcan avances medioambientales y económicamente sostenibles que supongan la conservación de la biodiversidad y las poblaciones de peces”, además esta organización consideró que “el actual proceso de toma de decisiones en Europa necesitan una revisión urgente”.
“El Consejo de Pesca ha sido un desastre total para la pesca” declaró responsable de la Unidad Política Marina de Greenpeace en Bruselas, Saskia Richartz, . “A menos que se introduzcan cambios y se escuche a los ministros de Medio Ambiente, la pesca en Europa se enfrenta a un colapso económico y ambiental”, concluyó.
Desde Greenpeace aseguraron que con el “comienzo de los años 80, la mala gestión realizada por parte del Consejo de Pesca ha provocado un alarmante declive de las poblaciones de peces en las aguas europeas” ya que en esta fecha la Comisión Europea hizo público que “cerca de cuatro quintas partes de las poblaciones, casi el 80 por ciento, se sitúan fuera del llamado límite biológico de seguridad”. Además aseguraron que “hay trece poblaciones cuyas capturas recomendadas son cero”. Las poblaciones de algunas especies de grandes predadores como el atún rojo, el pez espada o el bacalao han descendido más del 90%.
Año tras año, los ministros de Pesca de la UE “han ignorado los consejos científicos y las recomendaciones de la Comisión Europea y han acordado de forma repetida cuotas que han destruido la biodiversidad de los mares europeos”, señalaron desde la organización. También apuntaron que los stocks pesqueros se encuentran en un estado “pobre” y que se refleja en el progresivo declive de las capturas, que han descendido en cerca de un millón de toneladas. Un reciente estudio -'Reflections on the Common Fisheries Policy'-, comisionado por la Dirección General de Pesca y Asuntos Marítimos de la Comisión Europea, sugiere que la pesca europea está entre las más insostenibles y menos rentable del mundo.
“Si el Consejo de Pesca de la UE fuera una empresa privada, sus directores habrían sido despedidos hace tiempo por su ineficiencia y negligencia”, añadió María José Caballero, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace España. “El Consejo de Pesca ha fallado a la hora de asegurar la rentabilidad del sector pesquero, la protección ambiental, la gestión sostenible y el mantenimiento de los stocks pesqueros. Es el momento de una nueva gestión”, aseveró.
Por último, Greenpeace consideró que “las futuras decisiones sobre las actividades pesqueras en los mares europeos deben ser objeto de un gran escrutinio público y deben incluir los siguientes aspectos: los Estados Miembros deben crear una red de reservas marinas a gran escala estrictamente protegidas de todos los usos extractivos y actividades destructivas, incluyendo la pesca. La red de reservas debe ser lo suficientemente grande para albergar especies y procesos ecológicos a lo largo del tiempo.
También incluyeron que “las cuotas deben acatar los niveles recomendados por los científicos. Para todas aquellas poblaciones de peces que se encuentren fuera de los límites de seguridad biológica, la presión pesquera debe reducirse drásticamente y sólo debe aumentar cuando se hay comprobado la recuperación del stock; y desde el próximo año, la cuotas de pesca nacionales, que deben establecerse de acuerdo con los mismos principios, deben estar condicionadas a los estándares de conservación marina de la UE y, en particular, con la normativa sobre áreas protegidas”.