La Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades y ciudades autónomas y el Ministerio de Sanidad, ha acordado este jueves el cierre perimetral de las comunidades autónomas y la limitación de la movilidad nocturna de las 22 a las 6 horas con motivo de la Semana Santa.
Según ha informado el Ministerio de Sanidad en un comunicado, el acuerdo será ratificado el próximo miércoles en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). La principal novedad con respecto al borrador que se iba a discutir en la reunión de este jueves es la eliminación, por falta de acuerdo, de la recomendación de que los estudiantes universitarios que residan durante el curso académico en otra región o país no puedan volver a su lugar de residencia.
El texto pide evitar “viajes no necesarios” e insta a las autonomías “no bajar el nivel de alerta” desde las dos semanas previas al inicio de Semana Santa “aunque los indicadores sean favorables” y “mantener las medidas establecidas en ese momento”.
Así, la movilidad estaría limitada por el cierre perimetral de todas las comunidades autónomas, aunque con las excepciones ya reguladas por el actual Estado de Alarma, como el “retorno al lugar de residencia habitual o familiar” o las causas de fuerza mayor. Se recomienda, a su vez, que en los casos sujetos a estas excepciones se realice una PCR o test de antígeno antes del viaje o a la llegada.
Por otra parte, Sanidad y comunidades han optado por no celebrar eventos masivos “de cualquier índole que impliquen aglomeración o concentración de personas”. “Las ceremonias en espacios cerrados seguirán las normas de aforo y otras medidas establecidas según el nivel de alerta de cada comunidad autónoma”, sostiene el texto.
Junto con estas limitaciones, se plantea una restricción de aforo en reuniones a un máximo de “4 personas” tanto en interiores como exteriores. Igualmente, se desaconseja “expresamente” la celebración de encuentros sociales en los domicilios o en otros espacios cerrados con no convivientes.
Además, se considera “pertinente” hacer una campaña institucional para evitar la relajación de comportamientos bajo el nombre “No salvamos semanas”, salvamos vidas'. “Este esfuerzo debe incluir la integración en las estrategias de comunicación de elementos dirigidos a reducir el impacto de la ”fatiga pandémica“ en las medidas de control y plantear los escenarios de riesgo previstos incluyendo la esperanza que aportan los buenos resultados de las vacunas utilizadas para el control de la epidemia”, remacha el texto.