El Ayuntamiento de Logroño ha comenzado la plantación de flor de la temporada de invierno. Esta planta mantendrá su floración hasta aproximadamente el mes de abril, dependiendo de la durabilidad de cada especie. De forma paulatina se van sustituyendo las flores de la temporada de verano a medida que se aprecia su deterioro y se plantan las flores nuevas, que proceden del Vivero Municipal. En total, durante esta campaña de plantación invernal se colocarán más de 50.000 plantas de flor en los alrededor de 300 parterres que hay en la ciudad.
El concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga, ha presentado la campaña de plantación de flores de invierno en la ciudad, que ha empezado recientemente con la colocación de las primeras especies. Esta temporada, el Consistorio plantará en total más de 50.000 plantas de flor producidas en su inmensa mayoría en el Vivero Municipal localizado en la carretera del Cortijo, para embellecer los aproximadamente 300 parterres con los que cuenta la ciudad y que ocupan una superficie de 4.610 metros cuadrados.
Según ha explicado José Manuel Zúñiga, la previsión es que para la última semana de noviembre solamente se disponga ya de flor de invierno, por lo que durante estas semanas será posible contemplar en las distintas zonas de Logroño begonias y salvias en fase de deterioro compartiendo espacio con brassicas y violas, ya que mientras se van plantando las flores de invierno aún conviven algunas especies de la temporada estival hasta su completa sustitución una vez que se vayan marchitando.
A medida que se observa ese deterioro, las flores de verano se van retirando y se colocan las de invierno, proceso que se efectúa de manera paulatina desde la Unidad de Medio Ambiente. En cada uno de los parterres de la ciudad, una vez retirada la planta estropeada, se labra y se aporta compost proveniente de la planta de compostaje del Parque Municipal de Jardinería. Esta planta de compostaje se ocupa del tratamiento de los residuos de poda y jardinería originados en nuestras zonas verdes. Una vez que se tiene dispuesto el parterre, y tras dejarlo unos días oxigenarse, se coloca la planta producida en nuestros viveros con la primera flor o echando la primera flor. El tiempo de floración va a depender no solo del ciclo vegetativo de la especie, sino de los factores externos que le afectan (temperaturas, iluminación o lluvias, entre otros).
La plantación de flor de temporada se lleva a cabo dos veces al año, en las estaciones de verano e invierno, que son las dos etapas en las que se realiza la plantación de flores en Logroño. El concejal de Medio Ambiente ha señalado que la primera del año, la plantación de la flor de verano se lleva a cabo en el mes de abril y se prolonga hasta octubre con especies que aguantan mayores temperaturas. La segunda etapa, la plantación de flor de invierno que actualmente realiza el Ayuntamiento, comienza en los meses de octubre-noviembre y se extiende hasta abril con especies más resistentes a las bajas temperaturas características de la época invernal.
La previsión de plantación en esta campaña de invierno comprende doce especies de flor, que suman aproximadamente un total de 52.000 plantas. Se trata de pensamiento mezcla (12.000), viola mezcla (7.000), tulipán (7.000), caléndula (6.000), prímula mezcla (1.000), clavel mezcla (3.000), godetia (1.500), anthirinum (1.000), brassica (4.000), pacarete habanero (5.000), mathiola (1.500) y miosotis (1.000).
Cambio de flores en la ‘Ñ’
La plantación más significativa del cambio de temporada de flor es la que se realiza en la confluencia de las calles Portillejo y Avenida Club Deportivo. Concretamente en el talud del parque San Miguel. Las flores en dos tonalidades dibujan por una parte la ‘Ñ’ y por otra la bandera de Logroño. El cambio de planta ya se ha realizado. La especie de flor empleada en estos parterres es el pensamiento, en dos colores: blanco y rojo. Para configurar estos espacios tan singulares se necesitan unas 4 500 plantas.
El de la ‘Ñ’ es uno de los parterres emblemáticos de Logroño. Se suma a la singularidad de otros dispuestos por distintas zonas de la ciudad, como el que se localiza en la rotonda del Cuarto Puente en el que se puede leer la palabra Logroño, además del que se sitúa en la calle Chile hacia la salida de la circunvalación, donde se dibuja una copa de vino.