La Audiencia de Barcelona ha condenado a 26 años y 9 meses de cárcel a un hombre que golpeó a su mujer, la roció con un líquido inflamable y le prendió fuego. El acusado, además, había maltratado física y psicológicamente a la víctima, Mercedes M.Q., durante los más de 30 años de matrimonio.
El jurado popular declaró probado que el 24 de febrero de 2007, cuando Mercedes M.Q. intentaba abandonar definitivamente el domicilio junto a uno de sus hijos --que padece una limitación del 51%--, debido a que la convivencia se había hecho insostenible, la agredió “de forma súbita”, haciéndola caer al suelo y prendiéndole fuego, lo que provocó que la mujer sufriera quemaduras en el 86% de su cuerpo. Mercedes M.Q. murió dos días más tarde en el hospital.
La Audiencia considera que el acusado, al quemarla, quería “causarle un sufrimiento añadido inhumano, excesivo e innecesario para provocarle la muerte” y le condena por un delito de asesinato y otro de malos tratos habituales. La Fiscalía pedía 31 años de prisión.
Durante el juicio, celebrado a principios de febrero, los hijos del matrimonio explicaron que su madre sufría malos tratos físicos y psicológicos “desde hacía más de 25 años” por parte de su padre. Según el hijo mayor, le insultaba, le amenazaba de muerte y le pegaba “con la mano abierta”.
Dos de los hijos, Manuel C.M. y Yolanda C.M., coincidieron en que su madre sufría vejaciones que no denunciaba “por miedo”, aunque había empezado los trámites de separación.
Manuel C.M. aseguró que a él también le había pegado cuando era adolescente y que le había puesto una denuncia años después por agredir a su mujer. Del mismo modo, su hermana afirmó que el día de los hechos, momentos antes de abandonar la residencia de la víctima, el acusado le entregó 50 euros a su nieto diciéndole que esa era “la última vez” que iba a ver a su abuela. Horas después recibía la llamada Mercedes M.Q. pidiéndole a su hija que fuera a buscarla.
En el momento del incidente se encontraba en la casa el hijo menor del matrimonio, Jordi C.M., que padece una limitación del 51%, que explicó que tanto él como su madre hacían las maletas cuando el acusado se presentó y se inició una discusión entre ambos. Jordi C.M. afirmó haber visto a su padre golpeando a Mercedes y tratando de impedir que saliera de la casa cuando estaba en llamas.
Según el hijo menor, la víctima logró alcanzar la escalera del edificio pero el agresor continuaba golpeándola hasta que se marchó.
Algunos de los vecinos que se cruzaron con el supuesto agresor y socorrieron a la víctima, explicaron en el juicio que el cuerpo de la mujer estaba “completamente quemado” y que tenía algunas llamas. Aseguraron que la víctima todavía consciente explicaba que su marido “la había quemado”. Al salir del edificio se escuchó al acusado exclamar: “Ya lo he hecho”.
Los Mossos d'Escuadra y bomberos que llegaron a la vivienda y tuvieron la posibilidad de hablar con Mercedes confirmaron este martes las palabras de la víctima que acusaban a su marido de “rociarla con un producto” y prenderle fuego.
El acusado fue detenido cerca de la estación de tren de Sant Adrià y tratando de despistar a los mossos haciendo ademán de coger un autobús. Los agentes apuntaron este martes que, una vez detenido, el acusado se manifestó “tranquilo” y que su única pregunta fue: “¿La he matado?.