Roberto Calvo dejó su vida de ingeniero de montes en Logroño para dedicarse a las abejas de la aldea de Santa Marina, donde vive desde hace 3 años. Su cambio de vida es casi la excepción en el sector de la apicultura, que vive un momento muy complicado por la drástica reducción de la población de abejas y la producción de miel provocadas por la crisis climática, el aumento de enfermedades de este insecto y la crisis de los precios de la miel.
“Calculo que una producción media de 20-25 kilos de miel por colmena en dos cosechas al año puede ser lo óptimo para seguir adelante. Ahora saco unos 6 o 7 kilos en cada colmena”, advierte este joven apicultor. “Es decir, la producción es menos de la mitad del umbral rentable”, subraya. En 2022, se registró en La Rioja la cosecha más corta de la que se tenían noticias, con 126,830 kilos en las 26.740 colmenas. La producción creció el año pasado hasta los 168.327 kilos, si bien también habían aumentado el número de colmenas, 27.326.
La crisis climática es una de las causas fundamentales. Los cambios bruscos de temperatura, la sequía y la separación de los periodos de precipitaciones y las olas de calor afectan directamente a las abejas. “En Santa Marina tendría que haber nieve durante un mes y ahora no hay, por lo que la abeja no descansa y baja su producción”, explica Roberto. Además, “el invierno es un momento estratégico para intervenir con los tratamientos y ahora hemos tenido 15 grados en febrero, no hay invierno”.
Enfermedades, avispa asiática y caída del precio
Además de dificultar los tratamientos frente a las enfermedades, la crisis climática también es la causa del aumento de estas. La sequía acrecienta la varroa, un ácaro que debilita las colmenas. Las enfermedades de las abejas son otra de las grandes causas de la merma de producción de miel y, por tanto, de las preocupaciones de los apicultores en La Rioja. Ismael del Rincón, presidente de la Asociación de Apicultores de La Rioja, advierte de otro problema: “Los tratamientos no han cambiado desde el años 79 y las abejas ya son inmunes”.
Al mismo tiempo, la avispa asiática es una amenaza, aunque todavía no está afectando en la zona Norte tanto como en otros puntos. “El aumento de avispa asiática también depende del clima, aquí hay algo de presencia aunque no se puede dar una cifra de disminución de la población. Eso sí, no nos podemos descuidar”, explica Roberto Calvo.
La situación es crítica porque a la vez que la producción baja, también lo hacen los precios. “La miel a granel se está pagando a unos 3 euros el kilo, así no se cubren los costes”, denuncia el presidente de los apicultores. Mientras, los costes se multiplican. Ismael apunta que tiene que hacer tres tratamientos anuales cuando antes solo hacía uno y, además, no resultan efectivos. “El que no pueda vender él mismo su miel lo va a tener difícil”, advierte. Ante esta situación, tanto Roberto como Ismael piden mayor concienciación de la sociedad a la hora de comprar miel nacional frente a las importadas y pide que se refleje claramente en el etiquetado.
La apicultura sigue porque nos gusta pero la rentabilidad es muy dudosa
Con todos estas amenazas, el futuro es incierto. En La Rioja hay 398 apicultores, de los que 40 se dedican a ello de manera profesional. “Hace años hubo un boom muy grande pero ahora la gente está quitando las colmenas. Mi hijo por ejemplo ha decidido no seguir con mi explotación, a mí no me sustituye nadie”, lamenta Ismael del Rincón. “La apicultura sigue porque nos gusta pero la rentabilidad es muy dudosa”.
Roberto Calvo es uno de los que mantiene esa ilusión de mantener un animal que tiene un papel medioambiental fundamental. “Igual viene un cosechón en otoño...”, ansía. Aunque reconoce que no es fácil, dejar su trabajo diario de oficina le sigue compensando: “Cuando uno hace lo que le gusta... Estos animales enganchan, es curioso entenderlos y es un orgullo mantener un animal tan importante”. Ismael del Rincón llama a la concienciación de la sociedad sobre el papel de las abejas y recuerda que este insecto que atraviesa una momento tan complicado “es el responsable de polinizar el ”el 80% de los alimentos que nos comemos“.