Otro día más para olvidar. Es lo que dictamina el 86-70. Con una defensa inestable, irregular y con un ataque con un nefasto porcentaje en los tiros -menos del 50% en tiros de dos y un 20% en triples, por no mencionar el pírrico 58% en tiros libres- el Clavijo se volvió de vació de Oviedo. Sólo un triunfo a domicilio y data de la segunda jornada liguera ante el colista Ourense. Desde entonces, por unas cosas o por otras, los de Jenaro Díaz son incapaces de regresar a Logroño con una sonrisa. Y eso que ante Oviedo el partido comenzó de manera memorable.
El 19-36 a los 13 minutos era casi inimaginable. Se imponía la energía, la intensidad y el ritmo que imponía un Clavijo decidido y muy enchufado de cara al aro rival. Del 4-11 en el ecuador del primer cuarto se pasó a un 15-26 tras 10 minutos en el que se demostraba que el cuadro logroñés podía competir ante uno de los equipos punteros de LEB Oro. Los riojanos presionaban y obtenían la recompensa con varios robos y posteriores canastas fáciles. Daba gusto porque Oviedo no encontraba la tecla para acercarse.
Pero llegó un parcial de 10-0 que empezó a bloquear a los visitantes. Tanto que fueron apagándose con el paso de los minutos. Aún aguantaron hasta el descanso, quizá más por vergüenza torera que por otra cosa, pero ya se intuía que todo podía cambiar tras el paso por los vestuarios. Dicho y hecho. El 36-42 del intermedio fue un acicate para los locales. El Clavijo inició su particular calvario, ya que daba la sensación de que el aro rival era más pequeño de lo permitido. Los lanzamientos se fallaban con continuidad y aunque se mantenían las segundas oportunidades -hasta 18 rebotes ofensivos- daba igual porque el error era constante. Un dato, 49 tiros del Oviedo por 73 del Clavijo. 24 opciones más.
Claro que mientras los anfitriones acariciaron el 80% en tiros de dos, los riojanos no llegaban ni al 50%. En el triple, contrastes. Uno de cada dos tiros de más allá del 6,75 eran canasta para los locales, mientras que los visitantes necesitan lanzar dos más para igualar el número de aciertos. Con ese panorama, la calidad individual de los Artega, Geks, Víctor Pérez y Maynard, entre otros, se impuso a una tarde aciaga de los Quintela (2 de 13) y Coggins (2 de 7), por ser los menos finos. Sólo Yates mantuvo la compostura y el tino por encima del 50% -también Bieshaar-. El pívot, tercer jugador más valorado de la jornada, fue lo más potable de un Clavijo que se diluyó como un azucarillo.
Geks, con un triple, colocó por primera vez a los suyos, 49-47. Ahí se finiquitó el duelo. Ahí entregó la cuchara el Clavijo. Ahí se fueron las ilusiones de los 'locos' aficionados riojanos que se dejaron la garganta en Pumarín. Ahí se demostró que este equipo no va a salir del pozo con comodidad, que para meter más puntos que el contrincante tiene que cuajar un partido redondo y contar con que su oponente no tenga un buen día. Se evidencia que la juventud lastra, que el juego coral impuesto por Jenaro Díaz requiere de que todos eslabones funcionen porque si falla uno el conjunto se desmorona. Dio igual que Bravo volviera de su lesión -estuvo en pista 10 minutos-, es decir, uno más en rotación. El panorama era complejo cuando el Oviedo ya se asentaba con el 60-54 con un cuarto por jugarse.
Casi mejor que se hubiera acabado en ese momento el enfrentamiento. El Clavijo estaba superado. De más. Víctor Pérez guiaba a los ovetenses al éxito, con el 68-61 a 6 minutos de la conclusión. Desde ese instante llegarían hasta cuatro triples de los pupilos de Carles Marco para gustarse e ir ampliando la ventaja hasta el 86-70 con el que se firmó la tragedia que vivió el conjunto riojano. El mal menor es que Palma y Sammic Hostelería también perdieron. Lo negativo, sin duda, la victoria del colista Río Ourense Termal (ante el líder Breogán) que se coloca a un triunfo de los riojanos y que el viernes viene al Palacio.
FICHA TÉCNICA
Oviedo: Barro, Santana (16), Víctor Pérez (12), Arteaga (15) y Geks (12), cinco inicial, Fernández, Rinkunas (4), Karahodzic (5), Maynard (11), Belemene (7), Meana (4) y Rodríguez.
Clavijo: Quintela(6), Balamou (8), Martínez (6), Bieshaar (5) y Yates (18), cinco inicial, Newby (5), Coggins (4), Gutenius (11), Adala Moto (5), Bravo (2) y Cabot.
Parciales: 15-26, 21-16 (36-42 al descanso), 24-12 (60-54) y 26-16 (86-70 al final).
Árbitros: Germán Francisco Morales Ruiz y Daniel Pazos Pazos. Eliminado el local Barro.