Luis José Merino Alava, miembro del Partido de los No-fumadores, denunció que ha sido despedido de su empresa, S.E.R.T. de Alegría (Álava), por denunciar que en sus instalaciones se incumple la Ley Antitabaco y se fuma.
El agravante es que en el interior de la empresa se manipulan miles de litros de material altamente inflamable.
Merino, que llevaba 15 años trabajando en la citada empresa, señaló que han alegado motivos disciplinarios para despedirle. En declaraciones a Europa Press Televisión, aclaró que denunció estos hechos no sólo por motivos de “salud”, sino que también pensó en la seguridad de todos los compañeros, unos 80 en total.
“En esa empresa hay almacenados diariamente unos 20.000 ó 30.000 litros de pinturas y disolventes que se manipulan constantemente”, sentenció.
Según explicó, todo comenzó hace escasas fechas cuando elevó un escrito a la dirección de la empresa advirtiendo del incumpliento de la normativa vigente y del peligro que encierra fumar manipulando estas sustancias.
Merino dice que la empresa publicó una nota en el tablón de anuncios recordando la normativa, pero incluyó su nombre y DNI con el fin de enfrentarlo con el resto de trabajadores. A partir de entonces, comenzó su particular calvario, con la apertura de distintos expedientes discipliarios que han acabado en despido al cabo de dos semanas. “Después de 15 años en la empresa me he tenido que marchar sin cobrar ni una peseta”, recordó.
La dirección de la empresa se ha encerrado en nada y no atiende a las alegaciones de Merino, que incluso asegura que puede aportar testimonios de compañeros a su favor y en contra de los motivos por lo que se le han abierto expedientes disciplinarios.
El denunciante ha tenido un acto de conciliación con la empresa en el Gobierno Vasco, pero no han llegado a un acuerdo y está pendientes de que se celebre un juicio. “Intentaré demostrar que es todo falso y por lo menos, ya que me despiden, si me despiden, pues cobrar lo que me corresponde, si es un despido improcedente, pues cobrar lo que corresponde”, aseguró.
Merino, que está desde entonces en tratamiento médico por ansiedad, no tiene ya contacto con el resto de compañeros de empresa, y entiende que haya gente que no se atreva a dar pasos a su favor, porque hay mucho trabajador eventual en la misma. “Todo esto se verá en un juicio, y ya se verá cómo sale”, concluyó.