Uno de los dos etarras huidos después de que la policía descubriera en la ciudad portuguesa de Óbidos un depósito con 1.500 kilos de explosivos.
El fugitivo, en busca y captura desde septiembre de 2003, tiene una condena de 13 años de la Audiencia Nacional por su participación en actos de terrorismo urbano durante la Semana Grande de San Sebastián de 2000.
En enero dejó abandonada una furgoneta con matrículas falsas, de las que suelen usar los etarras. Lo dejaron cerca de un control policial y al propio Zengotitabengoa lo grabaron poco después las cámaras de seguridad de un comercio próximo.