Executiva del BNG, con su portavoz a la cabeza, Anxo Quintana, ha presentado su dimisión ante los miembros del Consello Nacional, que deberán constituir hoy una comisión para organizar una asamblea extraordinaria.
En su introducción antes de comenzar el debate en el seno de este órgano máximo de decisión entre asambleas, Anxo Quintana propuso que el cónclave tenga lugar en los “primeros días del mes de mayo”, con el objetivo de “cerrar el análisis” y “elegir una nueva dirección” en el Bloque. Con su celebración este mes, el Bloque evitaría coincidir con el cónclave de sus socios del bipartito, aunque para el 9 y 10 de mayo está previsto el Congreso Regional del PP.
De este modo, explicó que la decisión de dimitir de la Executiva pretende facilitar el inicio de un proceso “sereno, reflexivo y firme” y que, a su vez, sea “lo más fructífero” posible. Para ello, la Executiva diseñó una “hoja de ruta” que incluye convocar una “asamblea urgente” para la que ahora debatirá los miembros del Consello Nacional su formato y la fecha en concreto.
Según expuso el portavoz nacional dimitido, la razón de un cónclave extraordinario radica en la necesidad de “cerrar el debate”, porque “no pueden pasar meses de discusión sobre lo que pasó”. En segundo término, indicó que en esa asamblea tendrá que salir “una nueva dirección, encargada de gestionar la nueva etapa”.
NO VOLVER A PRESENTARSE
Quintana, que pidió “disculpas” a la militancia por los errores cometidos y aseguró que fue “un honor” encabezar la candidatura nacionalista, también anunció que renuncia a presentarse en la asamblea extraordinaria para ocupar de nuevo la portavocía nacional.
En este sentido, avisó de que es “momento para la generosidad de todos” para conseguir “una dirección nacional de consenso, apoyada por todos”. “Estaré siempre, siempre, siempre donde vosotros decidáis que esté”, concluyó en relación a sí mismo.
Con la Executiva dimitida, el portavoz nacional saliente propuso que los miembros de la dirección continúen en funciones hasta la convocatoria de la asamblea extraordinaria y, entre tanto, que sean los miembros del Consello Nacional los que “se encarguen de las decisiones políticas”, para evitar un “vacío de poder”.
Uno de los asuntos que tendrá de dirimir el Consello será el formato de la asamblea, para el que la mayoría de las corrientes del BNG piden que se abra a toda la militancia. La propuesta que lanzó Quintana implica que el cónclave “no se celebre con menos de 2.500 delegados” (supondría mil más que en la extraordinaria con motivo de su proclamación como candidato) con el objetivo de que “todo el mundo pueda asistir y sea un proceso participativo en la base.
El asamblearismo en el BNG fue sustituido en la XII Asamblea Nacional --celebrada en 2006-- por un sistema de delegados (similar al de los partidos estatales) con las críticas de corrientes como Encontro Irmandiño o Movemento pola Base.
“Todos pueden y deben participar”, resumió Quintana, quien instó a recuperar el espíritu del Bloque en que “cada persona, un voto”. “Es ahí donde debe estar la legitimidad y la fuerza de esta asamblea”, proclamó.
Del mismo modo, recordó que el BNG tiene por delante “unas elecciones europeas en las que puede y debe conseguir voz propia”. Para enfrentar estos comicios, que se celebrarán el 7 de junio, reclamó “trabajar con ilusión, esfuerzo y compromiso”.