La Audiencia Provincial de Logroño ha condenado a I.S. a dos años y medio de cárcel por haber cometido un delito de abuso sexual continuado a una menor de 15 años, en cuyo domicilio estaba hospedado porque trabajaba para su familia.
La sentencia también condena a este moldavo de 31 años a indemnizar con 25.000 euros a la víctima, con quien no podrá comunicarse o acercase a menos de 500 metros durante un plazo de cinco años, después de cumplir su pena de prisión.
Los hechos sucedieron en la primavera de 2005, cuando el acusado pidió trabajo a un matrimonio que vivía en una localidad riojana. La pareja le hospedó en su domicilio, donde también vivía su hija, que entonces tenía quince años. El procesado se valió de esta desproporción de edades y de su mayor experiencia vital para mantener relaciones sexuales con la menor, que tenía una “limitada capacidad cultural”, ya que sólo cursó estudios hasta primero de Secundaria.
Durante el juicio, el acusado argumentó que las relaciones sexuales fueron “libres y consentidas”, ya que mantenían una relación de noviazgo y habría un futuro matrimonio entre ambos. Sin embargo, ninguno de los otros trabajadores extranjeros que también vivían en la casa corroboró esta “pretendida amistad” entre ambos.
La víctima explicó que el agresor se valía para intimidarla de un “cúter” que el acusado llevaba encima el día de su detención, aunque indicó que era uno de los útiles de trabajo.