El gobernador de Nuevo México y diplomático Bill Richardson, que se encuentra de visita en Pyongyang para intentar aminorar las tensiones entre Corea del Norte y su vecino del Sur, ha asegurado que la situación es “un polvorín” y ha pedido al Gobierno norcoreano que “muestre moderación” y permita que los ejercicios militares de Seúl sigan adelante.
Richardson ha indicado en una entrevista concedida a la cadena CNN que se vio con un alto cargo norcoreano, al que, según sus palabras, le ha solicitado “que deje que las cosas se enfríen”. “He solicitado extrema moderación, que dejen las cosas enfriarse, que no respondan, que dejen que los ejercicios tengan lugar”, ha asegurado.
Estas declaraciones llegan horas después de la advertencia de Pyongyang a Seúl de que volverá a atacar si sigue adelante con su simulacro de disparos reales previsto en una isla disputada, con una respuesta aún más fuerte que el ataque con artillería del mes pasado en el que murieron cuatro personas.
Asimismo, el diplomático ha asegurado que también ha tenido una reunión el viernes con el máximo representante de Pyongyang para las negociaciones sobre asuntos nucleares y que este sábado se reunirá con altos cargos militares.
“Tengo la sensación de que los norcoreanos están tratando de encontrar la manera de reducir la tensión. Quizá eso continúe hoy, es mi esperanza”, ha valorado antes de agregar que en esta situación “hay un enorme potencial para un error de cálculo”.
Richardson ha sugerido que el Norte y el Sur están considerando celebrar una cumbre para discutir las posibles maneras para evitar un enfrentamiento. “Ahora mismo es un polvorín. Lo que necesitamos hacer ahora mismo es ver los pasos que pueden dar los norcoreanos, especialmente en asuntos como permitir a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) que supervise su arsenal nuclear”, ha apostillado.
Estados Unidos está trabajando con China, Rusia, Japón y Corea del Sur para persuadir a Pyongyang de que detenga su programa de armas nucleares a cambio de ayuda y reconocimiento internacional.
Richardson, que abandonará el Gobierno de Nuevo México a final de mes, tiene a sus espaldas una dilatada carrera como diplomático. Ha sido invitado a Corea del Norte por Kim Gye Gwan, negociador jefe en las conversaciones a seis sobre el programa nuclear. El Departamento de Estado ha querido matizar que Richardson no trasladará ningún mensaje de parte del Gobierno norteamericano.
EEUU APOYA LAS MANIOBRAS
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Philip J. Crowley, ha asegurado que Corea del Sur tiene derecho a ejercer su poder militar como lo considere oportuno y que los ejercicios no suponen una amenaza a Pyongyang. “Es evidente que estamos preocupados por los acontecimientos y las provocaciones norcoreanas y que queremos que la tensión se reduzca”, ha asegurado en declaraciones de Xinhua.
“Hemos hecho un llamamiento claro a Corea del Norte para que lo haga. Queremos ver a otros países, incluyendo China y Rusia, enviando un mensaje claro a Pyongyang para que ponga fin a sus provocaciones”, ha valorado. “Somos conscientes de que Corea del Sur es un país soberano y que tiene derecho a ejercer su poder militar como lo considere oportuno”, ha agregado Crowley.
“Es difícil entender por qué una rutina de ejercicios con fuego real, que ya se han realizado en otras ocasiones, plantea algún tipo de amenaza a Corea del Norte”, ha indicado Crowley, que ha añadido que “un país tiene todo el derecho de formar a sus militares en su propia defensa”, en referencia a Corea del Sur.
Por último, ha afirmado que “nadie quiere ver una nueva escalada de tensiones en la península coreana”, y que para ello están en contacto con Seúl. “Estamos monitorizando de cerca los acontecimientos en curso, pero Corea del Sur tiene su derecho legítimo para entrenar a sus militares cuando lo considere oportuno”, ha apostillado.
CHINA, PREOCUPADA POR LA ESTABILIDAD
China ha indicado este sábado que un posible enfrentamiento entre Corea del Norte y Corea del Sur podría sacudir la estabilidad regional y ha instado a ambos gobiernos a evitar movimientos que puedan avivar las tensiones. Siguiendo la postura de no intervención de Pekín en este asunto, el comunicado facilitado por la portavoz del ministro de Exteriores chino no ha criticado las maniobras de Seúl ni la respuesta por parte de Pyongyang.
La portavoz de Exteriores, Jiang Yu, ha dejado claro que el Gobierno chino teme una repetición del enfrentamiento que estalló el mes pasado, cuando Corea del Norte bombardeó la isla de Yeongpyeong en respuesta a un ejercicio militar surcoreano. “La situación en la península de Corea es especialmente compleja y sensible, y China está altamente preocupada por este hecho”, ha manifestado Jiang.
“Si se desata un sangriento enfrentamiento en la península, las primeras víctimas serán las personas en ambos lados de la península, y también sin duda la paz y la estabilidad regional, perjudicando a los países vecinos”, ha valorado. “China se opone firmemente, sin la mayor ambigüedad, a cualquier acción que pueda conducir a un deterioro y a la escalada de la situación y destruir la paz y la estabilidad regionales”, ha remachado.