El 23,5% de los alumnos riojanos de 15 años reconoce hacer novillos, según una encuesta para el último informe PISA 2012, que recoge Europa Press.
La media nacional española se encuentra en el 28 por ciento de alumnos de quince años que reconoce no haber ido a clase al menos una o dos veces. La media internacional se encuentra en el quince por ciento.
Extremadura, con el 36,7 por ciento de alumnos que reconocen los novillos se sitúa en primera posición de esta tabla, seguida de Andalucía (36,4) y Murcia (treinta por ciento).
Por debajo de la media española (28 por ciento), se encuentra Asturias (26,5), Baleares (26,4), Aragón (26,1), Cataluña (24,8), Madrid (23,6), La Rioja (23,5), Castilla y León (22,5), Cantabria (21,6) y Navarra (17,8 por ciento). Salvo Galicia (13,1) y País Vasco (13,9 por ciento), todas las comunidades se sitúan por encima de la media de la OCDE.
También en este caso existen amplias diferencias entre comunidades autónomas, en algún caso de más de 23 puntos: el 36,7 por ciento de los estudiantes murcianos admite haber hecho novillos frente al 13,1 por ciento de los gallegos.
“La falta de asistencia a clase es un problema que afecta en diferente grado a las distintas comunidades autónomas, con efectos negativos sustanciales sobre el rendimiento de sus sistemas educativos”, señalan los autores de este informe de la OCDE, en el que además de las conocidas pruebas de Lectura, Matemáticas o Ciencias se realiza una encuesta a los participantes. Un total de catorce comunidades autónomas ampliaron la muestra para obtener datos propios.
Diferencias de rendimiento de hasta dos cursos
“Quienes faltan ven su rendimiento educativo sustancialmente reducido”, indican los autores del informe, pues el no ir a clase uno o dos días a lo largo de dos semanas supone en alguna comunidad hasta 50 puntos menos en Matemáticas y, si esta ausencia se eleva a tres o cuatro días, la diferencia supera los 80 puntos en varias comunidades, una distancia equivalente a dos años de escolarización.
El informe va más allá y señala que la faltas de asistencia pueden afectar a los demás alumnos: cuanto más elevado es el porcentaje de alumnos que faltan días enteros, menor tiende a ser la puntuación de los alumnos que no faltan nunca, pues afecta a la dinámica de funcionamiento de la clase. Además, una elevada falta de asistencia “puede estar indicando la existencia de otro tipo de problemas de funcionamiento del centro y del proceso formativo”, alerta.
En PISA 2012 los estudiantes también fueron preguntados acerca de la puntualidad para llegar a clase. En este caso, la media española es idéntica a la de la OCDE: 35 por ciento. No obstante, existen diferencias de hasta 15 puntos entre las comunidades autónomas, ya que mientras el 44,3 por ciento de los alumnos de Baleares admiten su impuntualidad, en el caso de los de Extremadura el porcentaje se reduce hasta el 29,2 por ciento.
Al igual que el hecho de faltar a clase, la impuntualidad también afecta al rendimiento. Según este informe, la diferencia entre quienes no llegan tarde nunca y quienes lo hacen una o dos veces alcanza en alguna comunidad los 29 puntos en la prueba de Matemáticas y llegar tarde tres o cuatro veces puede suponer hasta 49 puntos menos, algo que equivale a más de un año de escolarización.