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El 4,3% de los riojanos han probado alguna vez la cocaína

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El porcentaje de consumidores habituales de alcohol en La Rioja ha descendido en un 11 por ciento en 2007, mientras que en las drogas ilegales, como el cannabis, cocaína o éxtasis, la región tiene una tasa es la mitad que la media nacional.

Unos datos extraídos por el consejero de Salud, José Ignacio Nieto, de la Encuesta sobre el consumo de drogas en La Rioja 2007, que elabora cada dos años el Ministerio de Sanidad, con la colaboración de las Consejerías de Salud. Se realiza sobre 750 riojanos, y tiene un nivel de confianza del 95 por ciento, y un margen de error máximo del 3,6 por ciento.

La encuesta que se presenta hoy es domiciliaria, se basa en una muestra de 750 riojanos, con edades comprendidas entre los 15 y los 65 años, y abarca tanto las drogas llamadas 'permitidas' (el alcohol y el tabaco), como las denominadas 'ilegales' (cannabis, cocaína, éxtasis, anfetaminas, heroína, alucinógenos).

El consejero destacó que los datos del estudio reflejan que La Rioja cuenta “con menor prevalencia de consumo que la media nacional en prácticamente todas las drogas estudiadas”, hecho que ya “se constató en la encuesta de 2005 y que en la encuesta de 2007 se confirma con mayor distancia aún sobre las medias nacionales de consumo”.

Asimismo, los datos marcan una tendencia “muy favorable” respecto a las personas que han consumido alguna vez, ya que en todas las drogas estudiadas “ha descendido el porcentaje de personas que las han probado alguna vez, situándose La Rioja, además, por debajo de las medias nacionales en cuanto a las personas que han consumido alguna vez”. En este sentido, y también reseñando otro aspecto positivo, la encuesta muestra que en La Rioja “se ha incrementado, en todas las drogas, la edad de inicio en el consumo de las mismas”.

ALCOHOL

Respecto al consumo de bebidas alcohólicas, se está produciendo un descenso continuado en el número de consumidores habituales de alcohol, que actualmente se sitúa en 49,7 por ciento, cuando en 2005 era un 60,8 por ciento y, en el 2003, la incidencia era de 67,3 por ciento.

Los datos indican también que ha bajado en diez puntos porcentuales el número de personas que han consumido alcohol alguna vez, pasando del 92,3 por ciento en la encuesta de 2005 al 82,8 por ciento en la de 2007. Por su parte, en La Rioja se han incrementado, también en diez puntos porcentuales, el número de abstemios, ya que se ha pasado del 7,7 por ciento de 2005 al 17,2 por ciento de la encuesta de 2007.

Un aspecto positivo de la última encuesta es el ligero aumento de la edad de inicio de consumo de bebidas alcohólicas, que se sitúa en los 16,6 años de 2007, frente a los 16,3 de 2005.

TABACO

En lo que se refiere al tabaco, ha descendido el porcentaje de riojanos que afirman haber fumado alguna vez, que se sitúa en el 61,9 por ciento, frente al 72,3 por ciento de la encuesta de 2005.

Por su parte, la tasa de fumadores diarios en La Rioja se encuentra actualmente en el 30,4 por ciento, consolidándose respecto a la última encuesta y similar a la media nacional.

La edad de inicio del consumo de tabaco se sitúa también en los 16,8 años y se ha retrasado en casi un punto respecto a 2005. Este dato “es especialmente satisfactorio, ya que el retraso de la edad de inicio de consumo de tabaco es uno de los indicadores más sensibles a las políticas de prevención con jóvenes”, indicó Nieto.

CANNABISUn 4 por ciento de riojanos de entre 15 a 65 años

es consumidor habitual de cannabis (lo que supone un descenso de 3 puntos porcentuales respecto a la encuesta anterior), mientras que la media nacional se sitúa en el 7,2 por ciento.

La Consejería situó hace varios años al cannabis entre las drogas sobre las que había que actuar de forma prioritaria, debido a su elevada utilización entre los jóvenes. Y estas iniciativas parece que están dando sus frutos. Esta tendencia se observa también entre las personas que han probado el cannabis alguna vez, que son el 24% frente a las 26,7 por ciento de 2005.

La cocaína es la segunda droga ilegal más consumida en La Rioja, con una incidencia del 4,3 por ciento de los riojanos que la han probado en alguna ocasión (esto supone un descenso de un punto con dos décimas respecto a 2005). Estos datos contrastan con el 8% de la media de España. Es decir, los datos de La Rioja respecto a los consumidores que han probado esta droga tan peligrosa se reducen prácticamente a la mitad si se comparan con la media del país.

ÉXTASIS Y ANFETAMINAS

El consumo de éxtasis ha descendido “notablemente” respecto a años anteriores en prácticamente todas las cifras de consumo, que está muy vinculado al ocio nocturno. Un 1,6 por ciento de los riojanos entre 15 y 65 años ha consumido éxtasis una vez en la vida, lo que supone un descenso notabilísimo de 2,4 puntos frente a los datos de 2005, que marcaba un 4 por ciento. Con respecto a los consumos en el último mes, en el año 2005 habían consumido un 0,2 por ciento frente al 0 por ciento que arroja el año 2007 en este parámetro.

Por su parte, el consumo de anfetaminas se produce principalmente en forma de speed, un derivado anfetamínico de menor precio que la cocaína y de efectos similares. Se aprecia un descenso del consumo (de 4,9 por ciento en 2005 a 2,3 por ciento en el 2007) en el número de personas que lo han probado.

En cuanto al consumo de heroína, las cifras se sitúan en La Rioja en un 0,1 por ciento, lo que representa una significativa bajada respecto al 0,3 por ciento que marcaba el año 2005. En La Rioja, se estima que hay unos 500 heroinómanos, que están captados y atendidos por el Servicio Riojano de Salud y las ONG de ayuda a este tipo de enfermos.

Los alucinógenos han sufrido también un significativo descenso del año 2005 al 2007, ya que se ha pasado de un 4,2 por ciento a un 0,8 por ciento de riojanos que dicen haber probado alguna vez este tipo de drogas. Su uso es muy esporádico y en entornos de ocio nocturno. El peligro principal de este tipo de drogas son los trastornos psiquiátricos, en forma de psicosis, cuadros de angustia y pánico.

Finalmente, el consumo de fármacos como tranquilizantes y somníferos sin receta médica es poco frecuente, situándose en torno al 0,4 por ciento en 2007, frente al 1,1 por ciento de los riojanos de entre 15 y 65 años que consumía en el año 2005.