El FC Barcelona prolongó su mala racha de resultados con su segunda derrota consecutiva (4-3) ante el Atlético de Madrid y sintiendo ya el aliento de su único rival al título, el Real Madrid, muy crecido al firmar ayer su décimo triunfo consecutivo que le deja a cuatro puntos de los 'culés'.
Los pupilos de Pep Guardiola no disiparon las dudas que rodean al equipo en las últimas semanas, pese a anotar tres tantos e ir en dos ocasiones por delante en el marcador. El choque fue muy abierto y la tónica general estuvo en las ocasiones constantes, muchas de ellas por culpa de los errores de ambas zagas, hoy muy desacertadas.
El partido fue trepidante desde el primer minuto. El cuestionado Agüero abrió fuego en la primera jugada cuando medio Calderón cantó gol a un disparo que se fue por centímetros al lateral de la red. El Barcelona no se amilanó y con suma sencillez alcanzó el área pequeña rojiblanca al minuto siguiente. Samuel Eto'o se presentó en solitario ante Leo Franco, quien de nuevo mostró su gran momento, ya exhibido esta pasada semana ante el Oporto.
No había ni un segundo de respiro, y así el Atlético contragolpeaba a su enemigo con la jugada polémica del encuentro. Maxi disparó desde fuera del área y Valdés despejó con ayuda de la madera para que Heitinga, en el rechace, marcara a puerta vacía el tanto inicial madrileño, anulado por presunto fuera de juego.
El choque bajó el pistón de las ocasiones durante algunos minutos, con los de Abel Resino dominando la posesión del balón y el Barcelona saliendo en eficaces contragolpes. En uno de estos, el enrachado Henry conectó una pared con Eto'o para que el galo definiera desde fuera del área ante la poca agresividad de los centrales rojiblancos. El Barcelona reculaba en su campo, sabedor de que los del Manzanares eran incapaces de crear fútbol efectivo. Cumplida la media hora de juego, Messi recibió un balón fuera del área para desbordar con un recorte a Assunçao y Pablo, y definir sereno ante la salida de Leo Franco.
Los atléticos se recuperaron bien pronto del mazazo, cuando al minuto siguiente Diego Forlán veía adelantado a Valdés para armar su zurda desde 30 metros y anotar por la escuadra el tanto de la esperanza rojiblanca. Con el tiempo de descanso al acecho, Gudjohnsen y Messi tuvieron en sus botas poner la tranquilidad en el marcador, pero sus presencias en solitario ante Leo Franco se escaparon por pocos centímetros.
AGÜERO DESPIERTA
En la reanudación, el partido continuó con la misma tónica de ocasión clara cada cinco minutos. En el minuto 55, Agüero se aprovechó de un malentendido entre Márquez y Touré en un despeje para llegar a Valdés y cruzarle un balón que ponía la igualada en el marcador.
Con todo por decidir aún, Agüero se erigió en la figura decisiva durante estos minutos al dejar con un cabezazo sólo a Heitinga frente a Valdés y provocando la ira del Calderón por un posible penalti de Márquez.
Pero fue la defensa la que de nuevo hizo naufragar al Atlético. En un pase en profundidad habilitado por Pablo, Eto'o dejó sólo a Gudjohnsen ante Leo Franco, el islandés cedió atrás a un Henry que entraba sin marca por la izquierda para anotar a puerta vacía.
El héroe 'culé' se convirtió en villano seis minutos después cuando cometió un penalti sobre Sinama, que trajo polémica puesto que el árbitro lo pitó con 20 segundos de retardo a instancias de su juez de línea. Forlán convirtió su decimoséptima diana de la temporada, mientras el partido se convertía en un auténtico correcalles.
FINAL DE INFARTO
En esta circunstancia, el Atlético demostró que es un equipo mortífero, mientras que el Barcelona evidenció cierto cansancio personalizado en Leo Messi, totalmente desaparecido en la segunda mitad, desde que Guardiola ordenara su presencia en la punta de ataque.
Sergio Agüero recuperó aire y su persistencia fue decisiva para el cuarto gol, cuando en un nuevo fallo de la zaga blaugrana, el argentino robaba el balón a Puyol y definía ante la salida de Valdés.
El Atlético asciende a la quinta posición de la tabla, volviendo a puestos europeos, mientras que el Barcelona ya siente el aliento del Real Madrid a tan sólo cuatro puntos del liderato.