Los rojiblancos tenían una cita con la historia y no fallaron. El estadio se engalanó para llevar en volandas a los suyos, que respondieron a la ilusión y al apoyo ofrecido por esa 'bendita afición' atlética con un juego potente, rápido y voluntarioso que recibió su justa recompensa.
Y es que el 'Atleti', el tercer club de España en lo que a palmarés se refiere y uno de los que cuentan con más presupuesto en el fútbol nacional, llevaba once años sin pisar la máxima competición continental. Pese a ello, la presión y la ansiedad por jugar el partido más importante de las últimas campañas, como reconoció ayer el técnico Javier Aguirre, se transformaron más en motivación que en nerviosismo.
Así, los locales dominaron el encuentro por empuje más que por calidad y doblegaron a un Schalke conservador convencido de hacer buena la ventaja lograda en Gelsenkirschen hace dos semanas. Sin embargo, el regreso del campeón olímpico Agüero revolucionó a los suyos, que antes del descanso ya habían igualado una eliminatoria que cerraron a su favor en la segunda parte.
El Atlético aprovechó muy bien su velocidad por banda para crear las mejores ocasiones de peligro. El centro del campo se mostraba endeble y tuvieron que ser Maxi y Simao los que llevaran el balón arriba. De esta forma, llegó el primer tanto, en una buena jugada de Maxi que terminó en un centro de Perea a la cabeza de Forlán cuyo remate fue rechazado hacia el colombiano, que envió el balón al corazón del área para que Agüero pusiera el 1-0.
SENTENCIA Y GOLEADA TRAS EL DESCANSO
Además, pudo encarrilar el encuentro Simao que, con una gran pared con el 'Kun', se quedó sólo delante de Schober y mandó el balón al palo izquierdo de la portería. Pero tuvo que ser en la segunda parte cuando el Atlético sentenciara a su favor la eliminatoria con una goleada que quedará para la historia.
De una muy buena combinación entre Forlán y Agüero, que volvían a jugar juntos para deleite del público, llegó el tanto que hacía atisbar el pase rojiblanco cuando el uruguayo cruzaba el balón al palo largo. Pese a tener el partido en sus manos, el 'Atleti' siguió buscando el gol para evitar situaciones pasadas.
El empuje atlético pudo entonces con las intentonas de los alemanes, agazapados hasta ese momento y creando miedo a balón parado y a la contra más por las posibles consecuencias del gol que por el peligro de las jugadas en sí.
Así pues, los 'colchoneros' no se asustaron pese a los ataques del Schalke y aprovecharon los espacios que dejaron atrás para certificar su clasificación. Agüero firmó un 'zig-zag' prosigioso, se internó en el área y sacó un pase medido a Luis García.
Fue el ex del Liverpool el que hizo estallar el Vicente Calderón anticipándose al meta rival. Pero el gol de la tranquilidad vino acompañado de un penalti provocado por Simao que transformaría Maxi para rubricar el regreso rojiblanco al olimpo de la 'Champions', ese lugar reservado para los grandes donde el Atlético acompañará a Real Madrid, Villarreal y Barcelona.