El Banco de Alimentos de La Rioja repartirá este año más de 425 toneladas de alimentos procedentes de excedentes de la UE entre los colectivos más desfavorecidos de la comunidad. El reparto se está haciendo entre más de 10.500 personas, un 54% de ellos inmigrantes, minorías étnicas y familias de pocos recursos.
Así lo apuntó hoy el presidente del Banco de Alimentos de La Rioja, Francisco Ortíz de Zárate, quien, junto con el director de Área de Agricultura de la Delegación del Gobierno, Emilio Lázaro, hicieron balance sobre el Plan 2007 de distribución de alimentos entre las personas más necesitadas de la comunidad.
Según detalló Lázaro, este plan se desarrolla a nivel nacional “y cuenta con un marcado carácter social, de contar con alimentos procedentes de excendentes comunitarios para su distribución gratuita entre los colectivos más necesitados”.
El objetivo de la iniciativa se centra, por un lado, en el consumo de estos excedentes “y que, por otra parte, ello sirva para paliar situaciones de emergencia”. Para todo el país, este año se han destinado en este Plan un total de 30.000 toneladas y 55 millones de euros, el segundo país europeo en dotación, por detrás de Italia.
Los colectivos objeto del programa son “aquellos individuos o familias que se encuentran en situación de dependencia económica o social”, con prioridad a los colectivos “más vulnerables”, entre los que Lázaro citó a niños, mayores, disminuidos psíquicos y físicos, familias monoparentales, mujeres maltratadas, inmigrantes o transeúntes, “un abanico muy amplio”.
En este sentido, Ortiz de Zárate explicó que la distribución en La Rioja de las más de 425 toneladas que se han destinado a la comunidad este año se está realizando en tres fases. En este momento, se encuentra en desarrollo la tercera fase, con la que se han repartido ya alrededor de 310 toneladas, para más de 10.500 personas.
En esta distribución, colaboran con Banco de Alimentos un total de 93 entidades benéficas “que son las que realizan finalmente el reparto”. Los alimentos que se están facilitando a los necesitados son “de primera necesidad”, como bollería, cereales, harina, galletas, pasta, leche de continuación y entera en polvo, leche UHT, queso en porciones y azúcar, entre otros.
Además de mediante este Plan, “que tiene un exhaustivo control por parte de las instituciones, que garantiza la calidad de los alimentos y su adecuada distribución”, Banco de Alimentos también recibe suministros de empresas, grandes superficies o particulares.
Ortiz de Zárate especificó que, en conjunto, el año pasado, se entregaron alrededor de 561 toneladas de alimentos, por parte de 101 organizaciones, para más de 10.300 personas. “Este año, al ritmo que llevamos, esta cifra se va a superar, vamos a repartir seguro más de 600 toneladas”, afirmó.
Sobre el destino de los alimentos, el presidente del Banco incidió en que “hay tres colectivos que son los más importantes”, los inmigrantes, minorías étnicas y familias con pocos recursos, que se reparten el 53,74 por ciento del total.
Además, se reparte entre otro tipo de marginados, personas mayores, parroquias, ayuntamientos, toxicómanos o enfermos, entre otros colectivos. “Estamos haciendo un esfuerzo muy grande, ya necesitamos ampliar instalaciones, pero no importa, por conseguir nuestro objetivo final, que es la lucha contra el despilfarro y por la correcta gestión de los alimentos”, finalizó.