Con la intención de afrontar “una etapa de grandes cambios”, el Banco Santander ha anunciado un “ajuste de plantilla” y el cierre de 450 oficinas este mismo año. El consejero delegado, José Antonio Álvarez, comunicó a la plantilla la clausura este año de las sucursales y una reducción de los servicios centrales, que producirá un inevitable excedente de personal.
Los sindicatos convocados en la misma tarde temen bajas masivas -ciertos cálculos preliminares barajaban entre 1.000 ó 2.500-, aunque el banco solo anunció la apertura de un proceso negociador, sin poner cifra alguna al excedente.
Desde CCOO La Rioja se manda un mensaje de “tranquilidad a las plantillas” porque tal y como explica Ramón Malo, “aún no sabemos cómo afectarán estos cambios pero en La Rioja no serán traumáticos ya que todo está por negocia”. Malo recuerda que el modelo bancario ha cambiado considerablemente en los últimos tiempos y que éste “es otro proceso más de reestructuración dentro de la banca”. De hecho, adelanta que el miércoles se celebrará “la primera reunión de tanteo y todo está por negociar”.
El banco quiere implantar su nuevo modelo de macrosucursal, surtida de alrededor de ocho profesionales especialistas en todo tipo de productos y servicios para volcarse en el asesoramiento, en 350 oficinas, que se convertirán en 1.000 hacia 2018. Ahora sólo dispone de dos y para entonces un tercio de la red desplegada estará conformada por este tipo de local, más grande y con corners específicos de banca privada, de empresas, etc.