Veinte títulos de Supercopa. Ahí es nada. Sin perder en una competición nacional desde mayo de 2013. Es el Barcelona. Enfrente estaba un renovado Ciudad de Logroño y que, sobre el papel, cuenta con una plantilla menos competitiva que en ediciones anteriores. Cuestión que se acusó en el Quijote Arena. Que los azulgranas no querían sorpresas fue claro desde casi el arranque. El 31-25 final se puede dar como bueno después de comprobar la sequía de 10 minutos que tuvo el bloque franjivino y la gran diferencia de contragolpes y pérdidas que hubo en el primer tiempo, 5 contra 1 y 2 frente a 9, siempre favorable a los catalanes.
El Ciudad de Logroño ya evidenció el pasado fin de semana en el Eurotorneo que disputó en Estrasburgo ante tres conjuntos de Liga de Campeones que su potencial, a día de hoy, es inferior al del curso pasado. Pese a ello, mientras el Barcelona quiso, mantuvo la compostura e incluso se gustó de hacerle un parcial de 0-5, cierto que cuando el duelo estaba ya decantado. Lo intentó Jota González con una defensa 5-1, pero no fue lo contundente que requería el rival. La verticalidad de los franceses N'Guessan -autor de 7 goles- y Mem obligaron al técnico pucelano a pedir tiempo muerto antes de los 10 minutos, con el 7-3.
La renta fue en aumento, sobre todo, tras el 13-9. Momento en el que se bloqueó el cuadro franjivino. Gonzalo, espectacular como casi siempre, parecía imposible de superar. Tanto que los riojanos estuvieron 10 minutos sin marcar. Por suerte, Krupa respondía con tino y el parcial no fue tan alarmante, 4-0. El problema, en este caso, fue el marcador anterior. Montoro rompió la sequía. Lo hizo con dos tantos antes del descanso el último de ellos, con el tiempo ya cumplido, en un golpe franco en el que hizo valer su altura.
Con 17-11 se llegaba a un descanso en el que el Ciudad de Logroño arriesgó con dos pivotes en pista buscando siempre la superioridad en sus ataques, obligando a Aginagalde a darse prisa para alcanzar la portería, aspecto del que sacó rédito el portero Gonzalo en dos ocasiones. Esta táctica tardó en surtir efecto, ya que el resultado se disparaba, 24-14. Hubo reacción, tardía, con un 5-0 que redujo la diferencia, 24-19, merced a una intensa defensa y varios balones recuperados, así como a un Kusan muy activo.
El Barcelona insistía, tras esa pájara, por así denominarlo, para volver a poner distancia con un 30-22 casi definitivo. Instantes para ver en pista a Cadarso y para que el cuadro azulgrana saboreara otro título más como si no perdiera ese hambre de victoria. Enfrente, un Ciudad de Logroño que apuesta por ser un equipo competitivo y que seguro estará con los mejores. Queda por saber cuál es esa línea y en que frentes va a pelear. La Asobal arranca este miércoles con un duelo de altos vuelos en Granollers. Seguro que los franjivinos se esfuerzan en regresar con los dos puntos.
FICHA TÉCNICA
Barcelona: Gonzalo (2) (p); Tomás (3), Entrerríos (3), Rivera (4, 3p), N'Guessan (7), Syprzak (2) y Mem (4), siete inicial, Sorhaindo, Ariño (1), Morros, Jallouz (1), Dolenec (1), Alexis Hernández (1), Lenne y Gómez (2).
Ciudad de Logroño: Krupa (p); Miguel Sánchez-Migallón (1), Garabaya (1), Garciandia (3), Del Arco (2), Chiuffa (1) y Kukic (3), siete inicial; Aginagalde (p), Montoro (5), Muñoz, (2, 1p.), Ángel Fernández (1), Paredes, Castro (1), Kusan (5) y Cadarso.
Parciales: 4-2, 7-4, 10-7, 13-8, 16-9, 17-11 (descanso); 20-12, 23-14, 24-16, 27-20, 30-23, 31-25 (final).
Árbitros: Álvarez y Bustamante. Excluyeron a Mem por el Barcelona.
Incidencias: Supercopa de España. Quijote Arena, de Ciudad Real, con 3.500 espectadores.