El FC Barcelona venció sin problemas en Mestalla al Valencia (0-3) en la decimosexta jornada de Liga, en un partido que siempre tuvo dominador blaugrana y que deja a los de Rijkaard con la moral alta de cara al derbi del próximo domingo ante el Real Madrid.
De forma muy diferente llegaron ambos conjuntos a este partido. El Valencia, cayó de la Liga de Campeones esta semana sin posibilidad de jugar UEFA y el Barcelona, pasó por encima del Stuttgart en el Camp Nou y acabó primero de su grupo.
Pero en Liga, los datos eran bien diferentes. Los de Rijkaard entraron en Mestalla con la necesidad de romper la mala racha fuera de casa, donde no ganaba desde la jornada seis cuando goleó 1-4 al Levante.
Y los de Koeman tampoco podían buscar respaldo en los datos pasados ya que los 'chés' tan sólo han ganado tres veces en su feudo en lo que va de campeonato y para colmo, salieron sin su mejor artillero, David Villa.
Como es habitual, el Barcelona saltó al césped con el dominio del balón, tocando el esférico desde el medio campo, esperando a que una individualidad de los de arriba le diera la oportunidad de abrir el marcador. Y así fue, a los doce minutos de juego, una gran jugada personal del camerunés Eto'o dentro del área, la resolvió con un fuerte lanzamiento que se coló por la escuadra de Cañizares.
LA FALTA DE GOL HACE HISTORIA EN EL VALENCIA
Con el resultado ya en contra, el Valencia batió un récord en el minuto 19 de partido, al firmar su sequía goleadora más prolongada de su historia. Y este dato no pareció estimular al conjunto del Turia, que quince minutos después del 1-0, vio cómo el nueve azulgrana volvió a perforar su portería.
Antes de llegar al descanso, dos lesiones musculares trastocaron los intereses de ambos conjuntos. Primero cayó Fernando Morientes por parte del Valencia y después Lionel Messi tuvo que ser sustituido y las pertinentes pruebas médicas determinarán si se pierde el partido de la semana que viene ante el Real Madrid.
En la segunda mitad, los de Koeman saltaron al terreno de juego con la misma actitud y esto motivó que los blaugranas dejaran pasar los minutos, tocando el balón a su antojo, esperando la jugada que sentenciara el partido. Fue en el 61 cuando Giovani cedió un buen balón para que el islandés Gudjohnsen hiciera el tercero a placer.
A partir de aquí, Frank Rijkaard movió el banquillo para reservar jugadores de cara al trascendental partido del domingo que viene ante el conjunto madridista. Mientras, Koeman, se dedicó a dar entrada a jugadores jóvenes, quizás buscando los futbolistas que puedan llevar a cabo la metamorfosis que urgentemente necesita el Valencia.