El Caja Rioja disputa en Almería un encuentro importante a corto plazo, ya que el vencedor será quien siga de cerca al grupo de cabeza mientras que el perdedor quedará en un segundo plano y a tres o cuatro triunfos del liderato.
Hasta ahora los dos equipos han permanecido “agazapados” tras el grupo de equipos que compartían el liderato hasta la semana pasada y que ahora están a una victoria de Illescas. Por eso, cuando ya se ha superado el primer cuarto del campeonato, los dos equipos afrontan el choque con el objetivo de quedarse arriba, de seguir en puestos de play-off, y cuando más cerca de la cabeza mejor.
Para los andaluces es más prioritario el triunfo, dado que son locales y que, a partir de ahora, el calendario que les resta es más complicado que el de los riojanos.
El conjunto almeriense, que compró la plaza en la categoría del Aguas de Calpe, ha conformado una plantilla con experiencia en la categoría, en la que prácticamente todos sus jugadores son nuevos. Hasta el momento los más destacados son David Mesa -que el año pasado jugó en LEB con el Tarragona- y que lleva el peso reboteador anotador del equipo junto al norteamericano Adrian Tigert -que fichó procedente del Cai Huesca- y a Francisco Javier Rueda, que ha “descendido” una categoría desde el Plus Pujol Lleida.
Además tiene en su plantilla al inglés Bart Williams, al norteamericano Trray Pearson, al base Javier Zalvide, fichado de Calpe y al alero Jesús Castro, que llegó a Almería procedente de Palencia.
El encuentro se presenta muy equilibrado, y aunque el Caja Rioja cuenta con una “individualidad” más brillante, Stevie Johnson, el equipo almeriense es superior en porcentaje y número de lanzamientos a canasta y en rebotes. Por ello, el conjunto de Jesús Sala debe mejorar en el aspecto en el que peor ha estado en sus últimos partidos, el lanzamiento exterior.
El equipo riojano podrá contar con el pívot Hilliman a pleno rendimiento, ya que en el último encuentro apenas jugó unos minutos; sin embargo, no ha viajado con sus compañeros Alberto Antón, que está cerca de recuperarse por completo de la rotura de un dedo.