El alto consumo de cocaína en Europa amenaza la seguridad en África Occidental puesto que los traficantes han convertido esta región en la puerta de entrada del narcótico al viejo continente, afirmó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Los traficantes de drogas usan la región occidental africana como puerto entre los productores de cocaína en Sudamérica y los mercados europeos, explicó el director del organismo, Antonio Maria Costa. En este sentido, Costa instó a los consumidores de droga a ser conscientes de las consecuencias de su adicción y a asumir sus responsabilidades.
“Los europeos han entendido que no deben comparar diamantes de sangre o ropa fabricada por esclavos que trabajan en talleres de explotación. Sin embargo, a las modelos o integrantes de la alta sociedad no les importa que los vean usando un abrigo de pieles o consumiendo cocaína en público”, añadió.
Costa explicó que en países como Guinea Bissau, el narcotráfico podría haber igualado el nivel del ingreso nacional. El funcionario recordó que el Consejo de Seguridad se ha referido a este problema como un desastre que causa pobreza, desempleo y epidemias en África y que persistirá mientras los europeos sigan consumiendo cocaína.
El director de la UNODC atribuyó la popularidad de la droga a la imagen que proyecta. “Comparada con la heroína, la cocaína es blanca, no negra, se aspira, no se inyecta, es consumida en discotecas de moda, no en las alcantarillas de las ciudades, es el combustible de los triunfadores de la sociedad, no la droga de los perdedores”, observó Costa.