Martinsa-Fadesa ha presentado ante la autoridad laboral un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 234 empleados, la cuarta parte (el 26,5%) de la plantilla de 880 trabajadores con que actualmente cuenta la empresa. Los responsables de Recursos Humanos de la inmobiliaria que controla y preside Fernando Martín cuantificaron a los representantes de los trabajadores la dimensión el ajuste de plantilla previsto en la empresa para adaptarla a las nuevas condiciones del mercado.
Martinsa-Fadesa trabajaba en este ajuste desde hace meses, pero finalmente su concreción coincide en la misma jornada en que la inmobiliaria ha presentado concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos). La suspensión se acordó el lunes en la reunión del consejo de la inmobiliaria, después de que la empresa constatara sus “graves” dificultades de liquidez ante la imposibilidad de obtener un crédito de 150 millones de euros. La inmobiliaria necesitaba este préstamo para cumplir las condiciones del contrato de refinanciación suscrito en mayo.
Martinsa-Fadesa soporta actualmente una deuda de unos 5.100 millones de euros, pero asegura contar con un patrimonio inmobiliario valorado en unos 10.800 millones de euros.
Martinsa-Fadesa tenía además un compromiso de mas de 12.500 contratos de preventas, es decir en el que los clientes han aportado un dinero adelantado antes de la entrega definitiva de sus casas. Según la memoria anual de la firma, la mitad de esas familias que han comprado casas por entregar son españolas o portuguesas. El resto corresponde a promociones en Francia, Marruecos y países de Europa del Este. La inmobiliaria ha insistido en que cumplirá los contratos y acabará las viviendas. La intención esta dicha pero habrá que ver como están las cuentas internas de la empresa y si finalmente pueden hacer frente a su deuda.
PREOCUPACIÓN DE LOS SINDICATOS
La Federación de Metal, Construcción y Afines de UGT (MCA-UGT) expresaron su preocupación, no sólo por los efectos del ERE sobre la plantilla de Fadesa, sino por su impacto en subcontratas que emplean a unas 3.000 personas y en las empresas proveedoras.
Por su parte, el portavoz de la Federación de Construcción, Madera y Afines de CC.OO., Antonio Garde, adelantó que “exigirán” a la dirección de la empresa un plan de viabilidad que garantice el futuro de la compañía a “medio y largo plazo”, además de “las mejores condiciones para los trabajadores que tengan que abandonar la compañía.
En su opinión, la situación económica de Martinsa-Fadesa es “terrible”, por lo que mostró su preocupación por que ello conlleve su desaparición en un plazo breve de tiempo, “lo que conllevaría el despido de los 600 empleados restantes”.
El primer paso de la inmobiliaria es eliminar 234 puestos de trabajo (más de una cuarta parte de la plantilla), mediante despidos directos (no hay prejubilaciones o bajas incentivadas), indemnizados con 25 días por año trabajado. Los sindicatos han puesto el grito en el cielo antes esa propuesta, que supera en sólo cinco días el despido por causas económicas y se aleja de los 45 días por año ordinarios del despido improcedente.