Patxi López abrió el debate por sorpresa ante su Ejecutiva. No en vano, el descalabro también ha llegado hasta el País Vasco, donde los socialistas mantienen la lehendakaritza a falta de convocarse elecciones en dos años, pero el poder local ha quedado en manos de PNV y Bildu. Con las manos atadas, los socialistas vascos no han tardado en reaccionar, máxime cuando López es el único barón salvado de la quema el pasado 22 de mayo. De ahí que diera el salto al vacío y expresara su propuesta de convocar ya un congreso federal para encontrar un nuevo líder en sustitución de Rodríguez Zapatero, quien dejará la política en menos de un año.
López charló y argumentó esta opinión con algunos de los líderes regionales y miembros destacados de Ferraz, como Alfonso Guerra. Coinciden en que el desastre electoral ha dejado al PSOE más tocado que nunca y con un Gobierno totalmente a la deriva y sin apoyos de poder autonómico. De tal modo que este martes se ha abierto una honda refexión sobre la conveniencia de fijar el sábado varias cosas: la primera será la celebración de las primarias. Toda la familia socialista da por hecho que esta cuestión quedará más que zanjada en el comité federal del sábado. Pero, además, se discutirá un tema que no entraba en la agenda, que es el de López: la celebración de un congreso extraordinario para lavar la cara al PSOE y renovarse entero de la sacudida de estas locales y autonómicas.
La ministra de Defensa ya expresó el martes a última hora su disconformidad al presidente del Gobierno, a quien también espetó que disentía de López. Sin embargo, su planteamiento no ha disgustado a otros miembros de la ejecutiva federal, que entienden y sopesan ya la conveniencia de ese congreso extraordinario para dar alas a un nuevo socialismo. Esto supondría dejar las primarias en un segundo plano por un bien mayor: la supervivenvia del PSOE. Y, también, aunque no implícito, podría suponer que el nuevo líder de los socialistas fuera también el próximo candidato acabando con las aspiraciones de Carme Chacón, quien por este motivo se ha negado a ese congreso en privado desde Moncloa.
Hasta el sábado todas las propuestas quedan en el aire. López acudirá con su planteamiento bajo el brazo y el comité federal de los socialistas decidirá tras el análisis de la derrota sin paliativos. En cierto, la proposición del Lehendekari allanaría el camino del PSOE con una nueva cara en la Secretaría General de los socialistas y para ese camino a la Moncloa, puesto que se daría por descontado el apoyo del máximo órgano del partido.