El gobierno indio no quiere que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) siga repartiendo alimentos entre los más pequeños, ya que han realizado esta labor sin el permiso de las autoridades y han combatido el hambre a costa de los alimentos locales. Según el Ministerio para Mujeres y Desarrollo Infantil de La India, UNICEF no había informado al gobierno de la importación de una cantidad de alimentos altamente energéticos valorados en 2,4 millones de dólares.
Además, desde este ministerio se ha declarado que dicha cantidad de dinero podría haberse gastado en otro lugar.
“Estas acciones no deberían suceder, sea lo que sea lo que UNICEF ha hecho, el daño debería ser contenido [...], y sus acciones futuras deberían coincidir con sus palabras”, aseguró el secretario conjunto del Ministerio para Mujeres, Shreeranjan. “Puedo entender sus simpatías, pero a veces las emociones no pueden barrer el procedimiento y protocolo”, añadió.
Shreeranjan también manifestó que la efectividad del producto no es aceptada y que el Ministerio de Sanidad debe aprobarlo. “No debería hacerse nada en nombre de una emergencia cuando no hemos declarado ninguna”, opinó este responsable de un país que cuenta con el peor nivel de malnutrición infantil en todo el mundo.
Por su parte, UNICEF ha manifestado que ha dado un tratamiento de ayuda altamente energético, conocido como los “Alimentos terapéuticos listos para usar”, a los niños gravemente malnutridos de dos estados indios, Bihar y Madhya Pradesh. Dicha agencia de Naciones Unidas también ha señalado que los alimentos que se dan a nivel local no son suficientes para los menores que están en una condición crítica.
“Los niños con malnutrición aguda severa están en riesgo de una muerte inminente y necesitan tratamiento inmediato y vital”, afirmó UNICEF a través de un comunicado, y añadió que el tratamiento dado ha sido aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Las comidas de las familias o los alimentos suplementarios no son suficientes, estos niños necesitan un tratamiento muy específico debido a su condición”, señala UNICEF.
El pasado mes de junio, UNICEF detalló en un informe cómo la crisis económica mundial y los altos precios de los alimentos habían causado que 100 millones más de personas se convirtieran en hambrientos en Asia del Sur en los dos últimos años.
UNICEF también mantiene que hay más de 400 millones de hambrientos crónicos en esta región (el mayor nivel en 40 años) que comprende Afganistán, Bangladesh, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka.