El Gobierno de La Rioja restaura dos paneles del retablo de la iglesia de Santiago el Real de Logroño

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Dos paneles pertenecientes al primitivo retablo tabernáculo del siglo XIV de la iglesia de Santiago el Real de Logroño han sido restaurados.

Ambas piezas han sido recuperadas de detrás del actual retablo mayor de la iglesia y pertenecen a la misma estructura que la imagen titular de Santiago peregrino que preside el edificio desde este retablo mayor, fabricado a partir del año 1649.

Estas piezas, según ha explicado la directora general de Cultura, Ana Zabalegui, “adquieren un valor muy destacado por sus dimensiones y riqueza, por su procedencia y por su simbolismo como representantes del papel de La Rioja en el desarrollo primitivo del retablo en la Corona de Castilla, y más aún por su consideración como ‘tierra de retablos’”.

Entre los retablos-tabernáculo conocidos (casi cuarenta en el territorio de la antigua Corona de Castilla), el retablo de la iglesia de Santiago el Real de Logroño destaca por su riqueza material, como se advierte en el uso generoso de oro bruñido en su anverso, y, sobre todo, por sus dimensiones, pues abierto pudo llegar a alcanzar unas medidas de 362 x 406,6 cm, lo cual haría de él el más grande conocido en Europa hasta la fecha. Además, es de los pocos ejemplos que se pueden vincular a una iglesia importante de una gran ciudad, pues, por lo general, este tipo de retablos proceden de localidades pequeñas.

La presentación se ha llevado a cabo en la misma iglesia de Santiago El Real, donde ambas piezas quedarán expuestas y a la vista del público. Al acto han asistido el párroco de Santiago, José Ignacio Díaz, el experto en retablos tabernáculos e historiador Fernando Gutiérrez, las restauradoras Nuria Esteso y Celia Cabezón, y el experto en restauración de madera y encargado de montar las tablas, Francisco Javier Rodríguez.

La restauración ha sido llevada a cabo por Giornata-Taller de Arte y Restauración; mientras que el estudio artístico fue realizado por Fernando Gutiérrez Baños, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, con la participación en la propuesta de reconstrucción gráfica de Francisco M. Morillo.

En el proceso han participado también la historiadora Maite Álvarez Clavijo y Alberto Martínez, de la empresa AMR, realizando la documentación geométrica, mediante técnicas de fotogrametría y topografía, de la imagen de Santiago ubicada en el retablo mayor, para lo cual se ha empleado un dron. Esta aplicación ha permitido comprobar las medidas reales de la figura, constatando que es la original que albergaba el primitivo retablo tabernáculo.

Los dos paneles recuperados y restaurados pertenecen al primitivo retablo mayor medieval de la iglesia de Santiago, un retablo tabernáculo (tipología muy característica en los siglos XIII y XIV pero de la que apenas quedan ejemplares completos en la actualidad) fabricado en el segundo cuarto del siglo XIV, y que de manera excepcional se mantuvo hasta principios del siglo XVII. Este tipo de retablo planteaba una estructura que realza la presencia de la imagen, en este caso la imagen titular de la parroquia de Santiago el Real, y que se aloja dentro de un baldaquino con alas abatibles que pueden abrirse y cerrarse, mostrándose rodeada por un programa iconográfico adecuado a su advocación.

En este caso, los dos paneles que se han recuperado eran los que cerraban los costados del baldaquino y, dado que eran susceptibles por ello de verse por ambas caras, sus reversos están pintados. Eran sus anversos, que solo se mostrarían en ocasiones especiales, los que recibieron un trabajo más esmerado, con una serie de encasamentos que originalmente contuvieron relieves con escenas de la vida de Santiago el Mayor, ricamente policromados y dispuestos sobre fondos dorados.

Restauración y exposición

La restauración llevada a cabo toma como punto de partida un análisis exhaustivo de las piezas que concluye en la advertencia de un notable estado de deterioro, y que ha supuesto un amplio trabajo de tratamiento fungicida e insecticida, consolidación y limpieza del soporte, limpieza de la policromía o reintegración cromática, entre otras acciones.

Una vez concluida la restauración, las dos tablas se han ubicado en la capilla de al lado de la Epístola de la iglesia, flanqueando una hornacina en obra de sillar y con una pila bautismal delante, concretamente en dos paños de pared apropiados para ello. La instalación quedará a partir de ahora abierta al público visitante.

Otros retablos tabernáculo en La Rioja

El primitivo retablo mayor de la iglesia de Santiago el Real de Logroño no es el único retablo-tabernáculo del que se conservan vestigios en la comunidad autónoma de La Rioja: en los museos de las catedrales de Calahorra y de Santo Domingo de la Calzada se conservan sendos paneles procedentes, respectivamente, de Medrano y de Quintanar de Rioja que pertenecieron, asimismo, a retablos-tabernáculo.

Los tres retablos riojanos del tipo conocidos a día de hoy, junto con otros retablos de otros tipos de los siglos XIII y XIV (entre ellos, las celebérrimas tablas de San Millán conservadas en el Museo de La Rioja), subrayan el protagonismo del territorio de La Rioja en la génesis y evolución del retablo en Castilla y sientan las bases para las grandes máquinas de los siglos XVI, XVII y XVIII por las que La Rioja, auténtica “tierra de retablos”, es un referente de esta especialidad artística.